“Estoy peleando contra algo muy grande, el ministerio de seguridad y el ocultamiento de los hechos por parte de funcionarios municipales en Berisso”.


«En su momento, no me animaba a contar todo lo que me toco vivir. Tenía vergüenza y miedo de como lo iban a tomar. Mas de seis años trabaje en el comando de Berisso, desde el primer día el titular D.G. me pidió que le pase mi número de teléfono. Tuve invitaciones para salir a algún lado y nunca entendió un NO por respuesta. Me agarraba de la mano, varias veces intento besarme y al yo correrle la cara me decía que era SUPER ARISCA. Por esa razón yo quería irme del comando y no me dejaba. Tuve que aprender a convivir con eso, pero hubo un hecho que me llevó a hacer la denuncia… Ese día yo estaba trabajando en la oficina de judiciales que es muy pero muy pequeña. Era temprano y de pronto el ingreso y directamente se arrojó sobre mi tomándome por la cintura, me tomó la cara y me quería besar.


Pude salir corriendo y me encerré en el baño a llorar, no se por cuanto tiempo. Un compañero vio cuando tras de mi salió D.G de esa oficina. Ninguna mujer policía denuncia estas cosas porque sabe que las trasladan a “Calamuchita”… o también que les hagan alguna maldad» expresó Nadia, quien ya había sido víctima de una situación similar, hace un año, cuando el señalado de acoso y apartado de su cargo fue el Comisario, ex Jefe de Estación, González.


Al ser consultada sobre si es habitual dentro de la fuerza estas situaciones, la agente policial no dudó; «Si, totalmente.

Desde que lo hice público recibí muchos mensajes de compañeras que están padeciendo situaciones similares en la policía de la provincia. Es muy normal esto, ahí adentro» detalló.

En cuanto a si hay algún estamento en la fuerza para recurrir por cuestiones de genero, la policía dijo; «En febrero último, hizo un año que realice la denuncia en asuntos internos y brillaron por su ausencia, no tomaron ninguna medida. Fui al Ministerio de Seguridad a contar cual era la situación y no tenían ninguna oficina para abordar esta problemática. Me mandaron a sanidad, allí me atendió una doctora la cual me dice: “Tenes que irte donde el decida trasladarte o sacar una carpeta” a lo cual le respondo ¿cómo voy a sacar una carpeta si yo no estoy enferma? Estoy padeciendo un abuso, te estoy contando lo que me esta pasando.

El comisario D.G. hasta hoy no tiene ningún sumario y actualmente esta haciendo un curso para lograr un ascenso.


Cuando todo esto se hace público en los medios, me llamaron desde el municipio de Berisso ( Hernan P. ) informándome que la Secretaria de Gobierno, Aldana Iovanovich, quería verme para hablar conmigo. Durante el encuentro le conté todo lo vivido de mujer a mujer y su respuesta fue “No lo hagas público, yo soy la jefa de D.G. y él no te va a molestar mas. Yo te voy a meter en el mejor lugar… La policía Ecológica de Berisso. Te traslado ahí pero no hagas público lo que te paso.


Tengo aún guardados los mensajes de WhatsApp que ratifican lo que estoy diciendo. Además, Aldana me comunicó que no podía sacar a D.G. pero que me quede tranquila que no me molestaría más» precisó la víctima.


Más aún, cuando fue consultada sobre Qué había sentido como mujer en ese momento, Nadia respondió; «Me sentí desprotegida, que no estaba hablando con un par mujer. Sentí que ella tenía mucho poder y todo lo que le dije no le importó. Solo quería que yo me quede callada. Ellos arreglan así las cosas y es muy triste.


Comencé a trabajar en la policía ecológica, pero no fui bien recibida e inmediatamente comenzó el hostigamiento. Pero aguantaba porque no me quedaba otra.

Estando allí me entero que varias mujeres policías se habían ido del lugar en los últimos tiempos.

Cuando se visibiliza mi denuncia inmediatamente se comunican desde la fiscalía número 2 de La Plata.

Rápidamente determinaron la prohibición de acercamiento de D.G. hacia mí.

Además, no podrían trasladarme ni hacer recortes salariales. Esto al titular de la dependencia no le gusto nada. Un día, estoy trabajando en mi oficina y escucho una acalorada discusión, muchos gritos.

Inmediatamente viene el segundo jefe ( S.R) y me dice asustado “ agarra tus cosas y mandate a mudar ya, el jefe recién dijo “que a vos te soluciona con un tiro en la cabeza”, eso fue delante de cuatro personas de su confianza. “Vos avisa en la fiscalía que yo te salgo de testigo” le expreso S.R.


A las pocas horas el fiscal mando a retirarle el arma reglamentaria al responsable de la policía Ecológica local.

Hoy, gracias a mi abogada, conseguí tener una licencia por resguardo de victimas de violencia de genero».

¿Muchas de las licencias policiales femeninas son para escapar de situaciones de acoso? Preguntó el periodista de éste medio y la agente fue tajante; «Sí, por su puesto. Hay un montón. Es un ámbito muy patriarcal que quedo en el pasado. No evoluciona y las mujeres policías estamos muy desprotegidas.

Desde que esto se hizo mediático me llegaron muchos mensajes de todos lados. Mas de diez personas denunciaron a D.G. chicas que han sufrido abuso y no se animaban a contarlo.


Estamos peleando contra algo muy grande, el Ministerio de Seguridad y la Municipalidad de Berisso».


Respecto a las expresiones vertidas por la agente Nadia sobre tema licencias, INFOBERISSO pudo confirmar que a nivel local, de una plantilla policías de 650 efectivos, restando administrativos y efectivos con licencia o carpeta, la fuerza activa a nivel local solo es de 250 uniformados. Coincidentemente la enorme mayoría de licencia o carpeta médica, son de sexo femenino.

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