En un reciente operativo contra el fraude eléctrico, la compañía de distribución de energía EDELAP, que opera en la Región Capital bonaerense, descubrió más de 40 establecimientos comerciales en diferentes áreas de la ciudad de La Plata que estaban realizando «conexiones clandestinas o fraudulentas al servicio eléctrico».
Estos comercios estaban robando energía y afectando negativamente la calidad del servicio para las propiedades y negocios cercanos. La empresa anunció su determinación de tomar acciones legales correspondientes contra los infractores.
Además, EDELAP advirtió que el robo de energía es un delito castigado con hasta 6 años de prisión, y que además pone en riesgo la vida de quienes manipulan la electricidad ilegalmente, así como de terceros. Esta práctica también perjudica la calidad general del servicio eléctrico.
Se detalló que los comercios involucrados en estas infracciones abarcaban una amplia gama de negocios, incluyendo cervecerías, rotiserías, supermercados, panaderías, lavaderos, restaurantes, kioscos, tiendas de ropa, fiambrerías, mueblerías, inmobiliarias, gimnasios, autoservicios y bicicleterías.
EDELAP informó que se procederá a facturar el consumo de energía que fue utilizado ilegalmente a los titulares de los servicios, incluyendo las sanciones correspondientes establecidas en el Reglamento de Suministro y Conexión.
La compañía también está evaluando la posibilidad de presentar denuncias penales tanto contra los usuarios que se detectaron con conexiones clandestinas como contra aquellos que ofrecen servicios de conexiones ilegales y manipulación de instalaciones eléctricas.
Además de los problemas legales, EDELAP destacó que el robo de energía, en sus diversas formas, provoca un aumento en el consumo no registrado que sobrecarga y daña las redes eléctricas, resultando en una disminución de la calidad del servicio para los usuarios debidamente conectados, lo que puede causar problemas de tensión o cortes.