La nueva interpretación que se ha podido hacer de la Revolución de Mayo está ligada a la publicación de la Biblioteca de Mayo, que fue una investigación que mandó hacer el Senado de la Nación en el año 1960, con motivo del sesquicentenario. Allí se recurrió a materiales inéditos, especialmente el diario del hermano de Antonio Beruti, que cuenta todos los acontecimientos a través de un relato muy minucioso.
Ahí aparecen figuras que no fueron tenidas en cuenta en su momento, salvo French y Beruti, de quienes se decía que repartían cintas celestes y blancas, cosa que existió solo en la imaginación de Bartolomé Mitre. Porque lo que se dice en esos documentos es que las cintas eran rojas y blancas, y que el día 25 se convirtieron simplemente en cintas rojas como amenaza de sangre si el virrey no se iba.
El hombre clave entre los miembros de la Legión de los Infernales fue Domingo French, quien era un cartero que por dos reales se caminaba la ciudad de Buenos Aires. Se convierte en una figura muy importante de la historia porque interviene en la Revolución de Mayo y después es «dorreguista». Además, es el hombre en el que Mariano Moreno confía para terminar con la contrarrevolución que se estaba gestando en Córdoba en 1810.
Es interesante cómo French está pintado con fuertes pinceladas bárbaras, propias de los epítetos que utiliza la reacción cuando habla de sus enemigos. Tal como lo hizo Uriburu, salteño y conservador, al plantear lo siguiente: «French era uno de los manolos, ingrato por excelencia, cobarde, sin compasión, inepto, inmoral, hombre de todos los partidos y consecuente con ninguno».
French, olvidándose de sus compromisos y halagando las pasiones de Moreno, al cual llamaba el «sabiecito del Sur» se verá coronel luego del Regimiento de América. Como que convenía llevar adelante las ideas de Moreno. En estas circunstancias es que había arrastrado a la multitud.
También aparecen otras figuras como Antonio Beruti, que era un empleado del Estado en la Caja de Tesorería, que también acompaña en los momentos decisivos a French. Es uno de los firmantes del documento en el cual se le presenta al virrey los componentes de la Primera Junta.
Otra figura importante es Agustín Donado, un trabajador gráfico, que es el que multiplica las invitaciones al Cabildo Abierto del 22 de mayo, favoreciendo la presencia del sector popular.
Otro es Dupuy, que fue una figura importante que después participó en el ejército de San Martín.
Felipe Cardoso, que después va a trabajar junto con José Gervasio Artigas.
Pancho Planes, una figura notable que ingresa al Cabildo armado y el síndico Leiva lo para y le dice: «No, usted no entre porque usted es un delirante, un exagerado, y acá tenemos que arreglar las cosas». Con los años, Planes va a ser juez y va a dictar sentencia en un juicio con Braulio Costa, que era uno de los hombres más ricos de esta tierra, cuyos hijos luego fueron ministros de Bartolomé Mitre. Pancho Planes es borrado de la historia oficial, ni se lo menciona.
Pero evidentemente French y Beruti son los más conocidos y los que expresan ese protagonismo popular que se verificó el día 21, exigiendo el Cabildo Abierto, en contraposición a expresiones como las del Obispo Benito Lué, que llegó a decir que mientras hubiera un español en América debía ser el jefe de los americanos, porque los americanos eran, según su criterio, tipos inferiores.
Como decíamos, ese protagonismo popular se verifica el mismo 25 de Mayo, como en toda la revolución, por la fuerza y la presencia de esta avanzada constituida por French, Beruti, Planes, el cura Grela, Felipe Cardoso, es decir, lo que hoy quizás llamaríamos piqueteros.
Así como recordamos a los revolucionarios, también sería conveniente hacerlo con los godos, la minoría de los acaudalados que solían tener más de diez esclavos en sus casas. Son los apellidos que recorren toda la historia de la Argentina: los Martínez de Hoz, Quintana, Pinedo, Beláustegui, Ezcurra, y Santa Coloma, entre otros.
En su momento conformaron una oligarquía ganadera, con extensiones como todavía tienen los Martínez de Hoz en la zona de Chapadmalal, una zona que hoy se recorre durante minutos y se va bordeando la tremenda estancia que mantiene la familia.
Como siempre, en la Revolución de Mayo aparecen el sector revolucionario y el sector contrarrevolucionario. En este caso, muchos revolucionarios fueron olvidados, ignorados, tapados en el silencio. Los otros conformaron una oligarquía que se expresó en el poder, o detrás de él, durante la mayor parte de nuestra historia, participando en los acontecimientos decisivos para defender sus intereses y los intereses entrelazados con los sectores imperiales, en un tiempo Gran Bretaña y después Estados Unidos.