El día 15 de julio, un colectivo de la Empresa Transporte la Unión, de la linea 202, interno 915, embistió a un vecino de Ensenada en la intersección de las calles Brasil y San Martin.

El hecho sucedió cuando el vecino transitaba por la calle San Martin y al llegar a una esquina aminora la marcha
para observar que no viniera nadie, cuestión que viendo un vehículo que se aproximaba detiene en su totalidad el vehículo, momento en que escucha una bocina que no cesa y al voltear su vista a la izquierda, siente el impacto de un micro que levanta el auto, arrojándolo sobre la vereda, derribando la señal de la nomenclatura de las calles y dejando
el motor del auto apoyado sobre la vereda debido a la intensidad del golpe.

El vecino chocado fue derivado al hospital Cestino con traumatismos varios, mientras el peritaje policial demostró que esa bocina que escuchó el herido, no fue acompañada por el frenado del micro.

El hecho queda bajo actuaciones caratuladas «Lesiones Culposas»: Victima el Vecino, Imputado el Chofer del micro.

Después de completar los trámites para el reclamo, la compañia de seguro PROTECCIÓN SEGUROS (Mutual de SEGUROS de Transporte Público de Pasajeros), quien se hace cargo de la responsabilidad de dicha Empresa de Colectivos, establece que su respuesta será luego de 30 días de presentada toda la documentación.

Para evitar demoras, el vecino solo solicito por los daños vehiculares, obviandonque podría también pedir resarcimiento por los problemas físicos que le ocasionó el choque, con los cuales, además de los padecimientos lógicos de un accidentado, perdió días laborales, ya que tuvo que recurrir al Hospital de Punta Lara, varias veces, por malestares, hematomas y contracturas.

«Yo necesito el vehículo para trabajar y quedó inutilizado, no pedí más nada porque quería que lo arreglaran y listo», dijo la víctima al respecto al tema.

Pero la empresa no solo se tomó un mes, sino tres meses para responde, diciéndo que; «la responsabilidad es compartida y que la suma a abonar ofrecida responde a menos del 50% del valor del vehículo,
aproximadamente y en tres cuotas», lo que a simple vista parece una locura.

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