Vecinos del barrio Santa Teresita, viven momentos de temor y toman una medida extrema ante una ola de robos y amenazas que tiene a mal traer a todos los frentistas de la zona de calle 41 y 169.

Según pudo saber éste medio, todo comenzó el último día martes cuando la situación se volvió «insostenible», luego que un grupo identificado de personas, aparentemente todos de una misma familia que habita en el barrio, le robaran y amenazaran a varios de sus propios vecinos.

Ésta situación llevó a los frentistas a juntarse e ir en busca de los delincuentes, teniendo que intervenir la policía local, la cual, según fuentes oficiales, sacó de dentro de la vivienda en dónde viven varias personas, más de 20 celulares, tablets, televisores y controles remotos, entre otras cosas, demorando también a varias personas que fueron trasladadas a la comisaría.

El hecho recayó en manos de la Fiscal Dra Cecilia Corfield, quien habría ordenado la liberación de todas las personas y desde ese momento la situación del barrio se volvió «peligrosa», ya que mientras los efectivos de seguridad esperan directivas de una Fiscal que se demora en firmar los papeles, las amenazas a las víctimas se volvieron más frecuentes. De hecho una de ellas habría llegado en las últimas horas, desde la Unidad Carcelaria Número 9, prometiendo «caerle» a uno de los vecinos involucrados.

En medio de ésta situación los vecinos, quienes también se reunieron con autoridades locales para solicitarles ayuda, decidieron unirse y montar guardia durante varias horas de la noche y hasta la madrugada en una de las esquinas del barrio, mientras personal del Grupo GAD, lo hace en otra esquina.

«No tenemos otra manera… Nos amenazan, nos dicen que van a traer gente para pegarnos o matarnos… Se han robado hasta motos en el barrio y la Dra Corfield parece apañar a estos delincuentes, liberandolos y dándoles tiempo… ¿Que espera? ¿Que maten a alguien?» Se pregunta una vecina del lugar.

«Nos juntamos y nos quedamos en la esquina montando guardia. Somos todos trabajadores, no queremos hacer ésto, pero nos vemos obligados porque no queremos que ésta gente se adule del barrio y tengamos todos que vivir con miedo» sostuvo otro frentistas.

Mientras ésto ocurre y la tensión sube, la justicia se toma su tiempo, el Grupo GAD y la policía local se encuentran atados de pies y manos y los vecinos se ven desamparados.

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