Seguramente, no debe haber en el mundo nada más triste que tener que despedir a un familiar que falleció. El solo hecho de la noticia, ya genera un impacto que de por sí, es muy difícil de manejar, pero si a ese hecho lamentable le sumamos una situación económica compleja, el «combo» que se genera puede resultar devastador.

Este es el caso de una familia Berissense que el último día 5 de Abril, perdió a un ser querido que estaba internado en la Clínica Mosconi de Berisso y que a partir de allí, pena por una ayuda para poder sepultar sus restos.

Como muchos Argentinos, la situación de los familiares no es de las mejores y los costos de un sepelio, que en el 2020 rondaban los 25 mil pesos y que hoy tiene un promedio de 65 mil pesos, se vuelven inalcanzables para el común de la gente.

Esta imposibilidad económica hizo que, no solo los familiares, sino también la dirección de la Clínica, comenzará a buscar ayuda, no encontrando solución alguna en el municipio, en dónde dicen estar imposibilitados de darle el beneficio de un sepelio social, ya que el hombre tenía obra social.

Por éste motivo económico y de falta de empatía, es que el cuerpo de éste hombre yace en la morgue de la Clínica desde hace más de 15 días a la espera de una cristiana sepultura.

Si bien la postura del municipio es cierta y válida, ya que el Estado pide una certificación negativa para acceder a éste sepelio social, parece incomprensible que ni el Intendente, ni ningún funcionario, los cuales tienen, además de onerosos sueldos, contactos suficientes, se digne, al menos, a colaborar con la compra de un cajón, ya que el servicio en el cementerio lo paga la comunidad.

Una vez más la pobreza y la falta de empatía le ganan a la razón y a la dignidad y al parecer, ni siquiera la muerte conmueve a algunos corazones que están enfrascados en decir que todo está bien solo porque ellos están bien económicamente.

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