Todo sucedió en un local de tatuajes ubicado en Montevideo entre 34 y 35. El Centro de Monitoreo visualizó a un chico de 18 años que realizaba movimientos extraños delante de la puerta del lugar y que luego salió corriendo.
Ya en la escena, la policía constata que el comercio tenía los vidrios dañados y por tal motivo se lleva a cabo un operativo cerrojo en el que se termina deteniendo al ladrón a metros del lugar .
Finalmente, fue trasladado a comisaría 2da donde descubrieron que el individuo había cometido otros robos en la zona.