El viernes por la noche, en medio de la tormenta, el Gimnasio Municipal fue una Iglesia evangelista. Mientras tanto, los chicos de Trabajadores de la Carne se tuvieron que mojar y suspender su entrenamiento, ya que no pudieron utilizar el mismo gimnasio.

Por si fuera poco, el deteriorado Gimnasio Municipal se quedó sin luz en medio de la tormenta.

El intendente Nedela ordena sus prioridades, mientras los jóvenes deportistas de la ciudad se mojan, bajo techo municipal se ofician misas.

 

 

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