En una vivienda del barrio Villa Progreso, la Policía y autoridades municipales desactivaron una fiesta que se desarrollaba de manera clandestina y que había reunido a unas 100 personas.
El hecho, del que este diario pudo conocer a partir de fuentes policiales, se registró en la calle 123 entre 82 y 83.
Hasta este lugar, siempre en base al reporte de los voceros consultados, llegaron varios móviles e inspectores por los reiterados llamados de los vecinos, que no podían descansar por la música y los gritos.
Se supo que, una vez en el lugar, los efectivos y funcionarios comunales observaron una gran cantidad de vehículos estacionados, al margen de los ruidos ensordecedores, que provenían de la propiedad señalada en las denuncias.
Instantes después, una vez que lograron despejar el sector, notificaron del inicio de una causa administrativa a la responsable del evento, que no contaba con autorización de ninguna clase para realizar un festejo de esas características, al margen de que no respetó las normas sanitarias vigentes ante la pandemia de coronavirus.