«Nada frena a un trabajador de la Salud Pública y mucho menos a un vecino de la Nueva York», dijo el ex edil SANTIAGO RODRIGUEZ, más conocido como el «tucumano», uno de los pilares de la obras solidarias que hoy se llevan a cabo en la Nueva York al ver entrar a su amigo, el Doctor ANGEL RIVERO.


El tema era sencillo, después de haber pasado por el difícil transe de ser positivo de COVID 19 y de haber realizado la cuarentena correspondiente, «el Doc», salió corriendo para el histórico Barrio de la Nueva York, en la Ciudad de Berisso donde se volvió a calzar el guardapolvo blanco y a controlar a los cientos de vecinos que van hasta el Club Zona Nacional a buscar su vianda. Lo que RIVERO, «el negro», «el doctor del bajo», el amigo o como lo quieran llamar los vecinos, no sabía, era que lo estaban esperando con un aplauso tan conmovedor y un gracias tan grande que la sonrisa no le cabía en la cara, y aunque incómodo y vergonzoso, el doctor hizo lo que sabe, dio las gracias y se puso a trabajar.

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