Hoy no hubo fotos con funcionarios, tampoco con los vecinos; “Hay que respetar al que viene” dice TOTI, mientras JUAN le pregunta “¿Cómo anda vecina?” a una mujer que con una ollita pequeña en la mano y algo de esa vergüenza del humilde, se acerca para retirar unas porciones de guiso, pan y unas gaseosas que los muchachos manguearon por ahí.
Doña FIDELINA, mujer con muchos jóvenes años a la que el tiempo le marcó en la cara la dura vida del humilde trabajador, cucharón en mano, revuelve la olla. Ella está cocinando desde muy temprano y tiene todo listo; “18: 30 en punto arrancamos y lo saco listo para comer chicos» dice en esa mezcla de sugerencia y orden que tienen los adultos.
Un tablón dos caballetes y más ganas que recursos esperan a una fila que segundo a segundo se va agrandando; “¿alcanza el pan?” pregunta Juan pispeando la bolsa de diez kilos que les donó un panadero; “Si metele y no nos olvidemos de darle gaseosa a la gente» dice TOTI, mientras se le adivina una sonrisa de orgullo tras su tapabocas y mira a RUBEN, otro de esos que está firme al “pie del cañón» que entre saludo y saludo mete el chiste que descontractura todo. “obligatorio para todos” mientras me mira de soslayo como a un hijo al que se lo reta y acaricia.
La mujer de TOTI pide los números de teléfono; “Es para estar en contacto por si sobra» les explica uno por uno a gente que solo atina a decir GRACIAS, un gracias con el que llenan el barrio entero de SANTA TERESITA.
La escena está plagada de amor, humildad, gratitud, empatía. Apenas un viento que viene del campito lo saca a uno de esa nube gratificante. Pero detrás de ello hay horas de “mangueo», pensamiento y sorteo de dificultades que nadie ve, que quedan en un plano muy lejano de la foto, a la del clientelismo o el de la usura política que algunos aprovechan.
Esta imagen se da en cientos de ollas y merenderos y en cada barrio el guiso tiene sabor a “Lo nuestro», a adoquín en La Nueva York, a talita y campito en Santa Teresita, a calle de tierra en el Carmen, a Santiago en Villa Nueva, a pescadores en La Isla Paulino, pero en todas el toque especial, el condimento principal es el amor.
Nos vamos yendo, silbando bajito, “He loco» me gritan, “VAMOS A NECESITAR AYUDA, QUEREMOS JUNTAR GOLOSINAS PARA EL DÍA DEL NIÑO Y AHI LO PODES CONTAR TE LO VAMOS A AGRADECER. SI ALGUIEN QUIERE COLABORAR CON LOS PIBES DEL BARRIO NOS VENDRÍA BARBARO», me dicen los muchachos y yo ahora te lo cuento a vos, que tenés un gran corazón y que vas a colaborar.
A quienes puedan y quieran, pueden comunicarse al 2216178293. Vuelvo a Saludar a FIDE como quien despide a una madre y me voy, la olla se vació de guiso y se llenó de amor.