La Plata, 5 de octubre (#SomosTelam).- Representantes sindicales y autoridades del gobierno de la provincia de Buenos Aires se reunieron hoy para destrabar la continuidad productiva del Astillero Río Santiago, informaron fuentes gremiales.
De la reunión participaron el ministro de Economía provincial, Hernán Lacunza, y el de Trabajo, Marcelo Villegas, mientras que por la representación sindical estuvieron los secretarios generales de ATE Ensenada, Francisco Banegas, y de ATE Provincia, Oscar Colo de Isasi.
En el cónclave se acordó un nueva reunión entre directivos del Astillero y los delegados sindicales el lunes próximo para favorecer una resolución que garantice la continuidad de los trabajados de la unidad productiva de Ensenada para el mercado interno y finalizar la reparación de la corbeta King de la Armada Argentina, que está detenida.
Además se acordaron restituir descuentos salariales realizados ilegalmente y abrir la discusión sobre ítems del sueldo de los trabajadores que vienen siendo ignorados por la empresa, señalaron las fuentes.
El encuentro se desarrolló en un cierto clima de tensión, 24 horas después de que Lacunza radicara una denuncia penal contra Banegas y Colo de Isasi, a raíz de la ocupación pacífica de su cartera el pasado 18 de septiembre, cuando a instancias de la Pastoral Social de la Iglesia se firmó un Acta Acuerdo entre el Ejecutivo provincial y los trabajadores.
En esa acta se garantizaba la paz social en el marco de una mesa de diálogo y el compromiso de las autoridades de dotar al Astillero de todos los “insumos consumibles” necesarios para el funcionamiento de la unidad productiva.
“Las reuniones siempre son tensas, ellos buscan amedrentarnos con denuncias penales y descuentos salariales ilegales; no logramos todo lo que queremos pero sí seguir avanzando para la continuidad productiva del Astillero que es lo que nos interesa”, destacó hoy Banegas a SomosTelam
Refiriéndose a la situación general que atraviesa el astillero, Denis Vilardo, de la de la Comisión Directiva de ATE Ensenada y calderero, señaló a este sitio que “desde que asumió la nueva intervención de Daniel Capdevilla, en mayo de este año, hay una intención clara de vaciamiento y cierre”.
“En 2015 declaramos una situación de emergencia porque con el gobierno de Vidal se dejaron de firmar nuevos contratos que a la larga llevarían a la paralización de esta unidad productiva, pero la intervención de Capdevilla se negó a a establecer fechas para la finalización de los trabajos en curso y dejó de comprar insumos como oxígeno y gas, lo que produjo la paralización absoluta del Astillero durante 35 días”, agregó Vilardo.
Esta situación generó un plan de lucha gremial que incluyó una marcha a la ciudad de La Plata el 21 de agosto, la toma del Astillero durante casi 12 horas el pasado 13 de septiembre y la ocupación pacífica del Ministerio de Economía provincial el 18, exigiendo el cumplimiento del acta firmada el 13, y que finalizó con un nuevo acuerdo y una mesa de diálogo con mediación de la Pastoral Social, que puso de vuelta la empresa en marcha, aunque en forma limitada.
Los trabajos en proceso que hay en el Astillero y que había interrumpido la intervención de Capdevilla son la construcción de dos buques petroleros gemelos para Venezuela: el Eva Perón, que está listo en un 97% y que necesita 100 millones de pesos para su finalización -la que reportaría 320 millones a la empresa naval-; y el Juana Azurduy (75% de los trabajos realizados); la finalización de la reparación de la coberta King de la Armada (99 % del trabajo hecho) y el remolcador Rúa, entre los principales.
Ante la consulta de por qué se discontinuaron los trabajos, la respuesta de Vilardo fue clara: “Si nosotros terminamos el Eva Perón se les vuelve muy complicado intentar cerrar un astillero que bota al mar un buque de 47000 toneladas y doble casco, que es el primero que se hace en el país”.
“Lo irracional de todo esto es que Argentina es una nación donde sobra trabajo naval, hay dos tercios de nuestro territorio sumergido en la plataforma submarina, el país tiene uno de los caladeros más importantes del mundo, la riqueza ictícola que hay en el Atlántico Sur es enorme, y tenés una flota pesquera obsoleta, con un promedio de antigüedad de 42 años ”, detalló Vilardo, que también es asesor ad honorem de la Comisión de Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados Nacional.
“Acá -continuó-, el 97% de las importaciones y exportaciones entran y salen por agua, con lo cual perdemos 7000 millones de dólares al año por no tener fletes, además de que volvemos inviable la producción de muchas zonas del país como la del Litoral por los altos costos de traslado”.
Vilardo señaló que a pesar de esta situación, el Poder Ejecutivo elige comprar barcos en el extranjero, violando el artículo 15 de la regulación naval que establece que si el Estado es demandante de buques debe producirlos en astilleros nacionales.
Bajo esta política, el gobierno de Macri firmó con Francia un acuerdo para la compra de cuatro buques para la Armada por 340 millones de dólares que, dijo Vilardo, “se podrían producir acá por 220 millones”, y la Prefectura “le compra a Israel lanchas para patrullaje por un total de 49 millones, que no son aptas para el litoral fluvial porque fueron diseñadas para el litoral marítimo”.
Según distintos especialistas, la industria naval es un problema de soberanía, el Astillero desarrolla objetos estratégicos: buques de guerra, lanchas de patrullaje, buques mercantes, barcos para desarrollar la industria pesquera o de dragado.
Esa fue una de las claves que guió la construcción del Astillero Río Santiago en 1953, con una escuela de oficios interna y una alta capacitación tecnológica, operativa y profesional.
El Astillero, que llegó a tener 8000 trabajadores en la década del 70 y que en los 90 resistió un intento de cierre, donde pasó de ser una empresa nacional a provincial, en la actualidad emplea 3300 trabajadores.
“Nuestro objetivo -destacó Vilardo- es evitar el cierre del Astillero pero, además, discutir un proyecto productivo para que tenga ganancias, el Astillero es una de las pocas industrias pesadas que tiene el país y se puede recuperar fácilmente, además es una actividad con una alta tasa de generación de trabajo directo e indirecto”.
Por falta de inversión, Astillero no puede construir 90 torres eólicas por año
La falta de inversión estatal en el Astillero Río Santiago de la ciudad de Ensenada ocasiona que no se ponga en marcha un centro mecanizado de última generación que permitiría producir 90 torres eólicas por año.
Si bien el gobierno bonaerense pregona como un eje de gestión el uso de energías sustentables, no invierte 17 millones de pesos que se necesitan para poner en marcha un centro mecanizado en el predio naval y prefiere importar las torres eólicas de China, lo que a futuro condiciona también que las reparaciones y los repuestos que deban utilizarse en las torres deba comprarse en ese país asiático.
El Astillero, emblema de la industria naval, se encarga de construir buques; reparar navíos y de realizar otras construcciones metalmecánicas pero durante la gestión del gobernador bonaerense Daniel Scioli comenzó a participar en proyectos vinculados a la fabricación de Aerogeneradores de Alta Potencia.
En el 2014, el Astillero adquirió en Italia, a través de un subsidio del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec), un Centro de Alesado y Fresado Horizontal PAMA, con capacidad de mecanizar grandes piezas en serie de hasta 50 toneladas de porte bruto y fabricar componentes para la generación de energías renovables.
La maquinaria estuvo paralizada varios años en el puerto italiano y finalmente llegó durante el actual gobierno de María Eugenia Vidal.
Diego Seimandi, secretario de Acción Política de ATE Ensenada Astillero Río Santiago, explicó a #SomosTélam que “todo lo necesario para montar la planta de torres eólicas está embalado en cajas de madera: se necesitan 17 millones de pesos para construir el basamento y montar el centro con el que se estima se pueden fabricar 90 torres eólicas por año”.
“Pero el gobierno no hace esa inversión e importa las torres eólicas de China a través de una empresa vinculada al presidente Mauricio Macri por cifras millonarias”, remarcó.
El dirigente gremial sostuvo que “denunciamos en reiteradas oportunidades que este gobierno no sólo no trae nuevos trabajo sino que ha paralizado trabajos como la reparación de buques para la Armada, la construcción de buques a Venezuela y la posibilidad de instalar esta planta de torres eólicas”.
La “Planta de Torres Eólicas” tendrá una superficie cubierta de 5.400 metros cuadrados y maquinaria de última generación que ya fue comprada en Italia en el 2014 por 3,5 millones de dólares y tras arribar al Astillero en el 2016 aguarda embalada en sus cajas de origen porque aún no está construido el lugar donde se instalarán.
Se estima que con esta planta el Astillero Río Santiago podría abastecer alrededor del 8% de la demanda a nivel regional.
Proponen impedir la privatización y transferencia del Astillero Río Santiago
Un proyecto de ley que impide la transferencia o privatización total o parcial del Astillero Río Santiago y otro que declara la emergencia en la Industria Naval en la provincia de Buenos Aires fueron presentados en la Cámara de Diputados bonaerense.
Las iniciativas se dieron a conocer en el marco del “Foro en Defensa del Astillero” que se realizó en el anexo de la Cámara Baja provincial en el que se analizaron distintas alternativas y medidas para potenciar al astillero de mayor actividad e importancia en Latinoamérica por su vasta experiencia y mano de obra capacitada.
El proyecto que declara la emergencia por un año, establece que durante ese período se suspenden los despidos en el Astillero y que las empresas navales privadas deben recurrir al procedimiento preventivo de crisis “sin el cual cualquier despido será nulo”.
Además crea un fondo de 400 millones de pesos para la promoción de la industria naval que será destinado prioritariamente a la finalización del Buque Eva Perón, la botadura del petrolero Juana Azurduy y la instalación del Centro Mecanizado PAMA para producir torres de energía eólica.
La diputada bonaerense por Unidad Ciudadana, Susana González explicó a #SomosTélam que el Astillero “además de ser un símbolo de soberanía, su producción es importante no sólo para los 3300 trabajadores sino también por la cantidad de mano de obra indirecta que genera”.
La legisladora reclamó a las autoridades del Astillero que “inviertan los 80 millones de presupuesto que tienen aprobado y no fueron ejecutados para posibilitar la finalización de los buques y la terminación del basamento para el desarrollo de energías alternativas”.