La decisión fue tomada hace un par de semanas, aunque recién hoy y por medio de un cartel se le informó a las madres, NO HAY LECHE MATERNIZADA, NO HAY LECHE COMÚN, rezan las palabras fotocopiadas y pegadas en una ventanilla de la oficina de la Secretaria de Salud de la Municipalidad de Berisso.
Con un costo promedio de 2700 pesos por lata de leche maternizada y con un mínimo de cuatro latas por bebé y por mes, el Intendente Fabián Cagliardi, ordenó no suministrar más leche a los bebés de Berisso.
Apoyados en una supuesta orden del Gobierno Nacional, el Secretario de Salud local y ex funcionario macrista, Santiago Ramírez Borga, expresó que la medida se tomó ya que el Gobierno Nacional está dando un bono mensual a las madres para pagar la leche, por lo cual no haría falta que el municipio suministre la leche.
Según lo que éste medio averiguó, esta afirmación es algo más que desacertada por el momento, dado que las madres reciben desde el mes de Julio un plan Nacional llamado «Complemento leche mil días», el cual le entrega a las madres una suma de 1063 pesos por niño, hasta los tres años, es decir, una suma equivalente a MEDIA LATA DE LECHE.
Sin ésta información, Borga también refirió que «NO HAY LECHE EN LA PROVINCIA», cuestión que fue desmintida desde el propio Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, donde confirmaron que hay leche en los depósitos, tanto de Promoción Social, cómo de Salud.
Otro dato curioso y que deja al desnudo una desacertada decisión, es que Berisso es el único Municipio de la zona que ha tomado ésta determición, «lo de Nación es algo que se habla pero aún no se ha materializado, hasta que no se pague eso, nosotros vamos a seguir entregando la leche en el Municipio» afirmó una fuente de la Municipalidad de Ensenada. Cuestión que es similar a lo que pasa en La Plata.
Con un costo de más de 10000 pesos mensuales, para las mamás con un bebé y 6000 pesos en el caso que sea leche en polvo común, la gestión Cagliardi dejó a la deriva a Miles de chicos, que de no revertir la decisión, no tomarán leche, mientras los funcionarios toman champagne.