Éste domingo se cumplio el segundo aniversario del enfrentamiento entre trabajadores municipales y la policía en la puerta del HCD por el famoso PACTO FISCAL entre Provincia, manejada en ese momento por «MARIU» VIDAL y el ex Intendente macrista JORGE NEDELA.

 

«Luego de meses de trabas políticas encabezadas por el peronismo kirchnerista, la concejal Lorena Rusillo fue la carta fundamental de Cambiemos para obtener el quórum y posteriormente aprobar los proyectos.

Desde el ejecutivo municipal ya se pusieron en contacto con funcionarios del Ministerio de Economía de la provincia a fin de informar la aprobación de la adhesión al pacto fiscal. De esta manera, en los próximos días la comuna solicitará la suma de 19 millones de pesos en concepto de adelanto de la coparticipación provincial», escribía unos día después el portal oficial de NEDELA, dando cuenta no solo de la jugada de la ex edil del Frente Renovador, Lorena Rusillo, sino también del verdadero motivo de éste pacto que era endeudar a la Ciudad con dinero que jamás se supo donde iría.

Ese 22 de Diciembre del 2017, todo era muy raro. Era un sábado por la mañana y la Avenida Montevideo amanecía vayada por pedido del Intendente que había pedido el refuerzo de Infantería y que guardaba gas pimienta y palos para todos los que se atrevieran a contradecirlo.

«El sindicato tiene un accionar destituyente e irresponsable porque pone en riesgo el cobro del sueldo de sus compañeros», dijo Nedela en una conferencia de prensa, a las pocas horas.

«Es el kirchnerismo el que está atrás de esto. No admiten que perdieron…vamos a hacer una guerra contra los ñoquis, y esa gente que no trabaja que es apañada por el sindicato» gritaba el macrista.

Días más tarde, curiosamente, era el Sindicato el que le pedía a los ediles de la oposición que aprobaran el Pacto Fiscal, irrumpiendo en el bloque y contando que «estaba todo bien».

Ese sábado de Diciembre el Pacto no se realizaba. Trabajadores golpeados, puertas cerradas, gas pimienta y ediles enajenados fueron el resultado de una jornada que quedará en la historia de la ciudad y de la cual, algunos, quieren tapar sus huellas.

El Pacto se aprobaría días despues de las Fiestas. Nedela no echaría a ningún trabajador de los cien «ñoquis» anunciados, tampoco le sacaría ni un solo «privilegio» al STM y lo que es aún peor no respetaría jamás el bendito Pacto Fiscal, logrado a fuerza de aprietes, palos y bayas.

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