El diputado y candidato de La Libertad Avanza, José Luis Espert, se encuentra bajo una intensa presión política y mediática. A pesar de contar con el respaldo incondicional del presidente Javier Milei, el resto del Gabinete ha manifestado un creciente malestar por la falta de claridad en sus explicaciones sobre los presuntos vínculos con un empresario acusado de narcotráfico, lo que amenaza con impactar negativamente la campaña electoral.
El escándalo se intensificó luego de que Espert evitara responder de forma contundente si había recibido un pago de US$200.000 por parte de Alfredo «Fred» Machado, un empresario detenido en Viedma con pedido de extradición por Estados Unidos en una causa de narcotráfico. Su aparición de anoche en el canal A24, lejos de apaciguar las aguas, avivó las críticas internas.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se ha convertido en la voz más fuerte del descontento. Bullrich insistió hoy en que el candidato debe «volver a los medios y contestar claro» sobre la polémica. Su postura, argumentan fuentes de Casa Rosada, responde a que el narcotráfico es una de sus «banderas», por lo que no puede mantenerse al margen de una acusación de este calibre. La ministra incluso elevó el tono de alarma con un mensaje hacia dentro: «Hay que salvar al Presidente».
En una línea similar se manifestó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien si bien descartó que Espert deba dar un «paso al costado» salvo que asuma alguna responsabilidad, sí fue enfático al exigir una «explicación clara y contundente».
A pesar de la creciente tensión, Espert se dirigió hoy a la sede de Gobierno para reunirse durante una hora con el asesor presidencial Santiago Caputo. El encuentro, del que se retiró sin hacer declaraciones, habría tenido como eje central la definición de una estrategia discursiva para contener la crisis y seguir adelante con la campaña.
En contrapunto con la postura de su Gabinete, el presidente Javier Milei es el único que defiende a Espert de forma pública y privada. El mandatario calificó el escándalo como una «operación berreta» en una conversación radial anoche, asegurando: «Si yo creyera que alguno está sucio, lo hubiera echado».
La confianza del Presidente es tal que el plan de campaña se mantiene inalterable: se espera que Espert y Milei compartan un acto esta tarde en Ezeiza, en la presentación del Proyecto de Código Penal. Además, el diputado está invitado a subir al escenario el próximo lunes durante el acto y show en el Movistar Arena, donde el Presidente presentará su nuevo libro.
Aún con el sostén presidencial, el enojo con Espert es «cada vez mayor» en el resto del espacio libertario, donde temen un «impacto negativo en la campaña electoral» de cara a los comicios del 26 de octubre en la provincia de Buenos Aires.
«El problema de base con Espert es que, salvo Javier, no lo quiere nadie», confesó una fuente cercana al área presidencial, sintetizando la resistencia que existe en las terminales del oficialismo. La negativa de Espert a responder de forma directa sobre el presunto pago de Machado en la entrevista de A24 fue interpretada como un desacato, ya que se le habían dado indicaciones para «ponerle fin a la polémica».
«Él dice que no le va a responder a [Juan] Grabois por fuera de la Justicia, pero el tema es que no le tiene que responder a Grabois: le tiene que responder a la gente«, sentenció una voz del corazón libertario, reflejando el sentir generalizado de que el candidato no ha hecho lo suficiente para disipar las dudas que ensombrecen su postulación.