En una semana marcada por la volatilidad económica, la inflación en alimentos y bebidas se disparó, alcanzando su mayor nivel en un mes y medio. Los datos de la consultora LCG confirman que, durante la tercera semana de septiembre, este rubro tuvo un incremento del 1,6% semanal, una cifra que no se veía desde principios de agosto. Este aumento, que rompe un período de cuatro semanas de estabilidad, coincide con la reciente suba del dólar tras las elecciones en la provincia de Buenos Aires.
El informe de LCG revela que el aumento de precios fue liderado por los productos de primera necesidad. Los panificados, cereales y pastas experimentaron el mayor salto, con un alza del 5,2%. Le siguen de cerca los lácteos y huevos, que subieron un 5,1%. Otros productos que mostraron incrementos significativos fueron los aceites y las frutas, ambos con un aumento del 2,5%, mientras que el rubro del azúcar, miel, dulces y cacao subió un 1,6%.
La consultora señaló que esta situación es similar a la ocurrida en la primera semana de agosto, cuando la inflación de alimentos fue del 2% tras el aumento del dólar a fines de julio. Este patrón sugiere un posible traslado a precios del incremento del tipo de cambio, lo que añade presión sobre el poder adquisitivo de los consumidores. A pesar de esta tendencia general al alza, algunos productos mostraron un comportamiento contrario. Las carnes cayeron un 0,1% y, de forma más notable, las verduras retrocedieron un 3,4%, lo que brindó un pequeño respiro en medio del panorama inflacionario.