Vecinos de la zona de calles 30 y 168, hartos por una obra que ya parece «eterna» y cansados de que nadie los escuche, decidieron tomarse el «asunto» con humor y pagaron carteles, bautizando al pozo «Gran Fabi».

Con una obra que lleva meses y de la cual no se harían cargo; ni ABSA, ni el Municipio, los vecinos sufren los inconvenientes diarios que van mas alla de lo estético del barrio.

«Ya se están rompiendo las calles laterales que no están preparadas para soportar tanto tránsito y las veredas de la 30, porque las motos suben a ellas para cruzar. Generando además un peligro extra para los vecinos, aclaró una frentista.

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