Envalentonado por algunos datos aislados y parciales, el presidente Javier Milei le pidió al ministro de Economía, Luis Caputo, que les ordene a los ministros del Gabinete salir a hablar de una recuperación de la economía «con números por encima del año 2023».
Lo hicieron casi todos, incluído el titular de Diputados, Martín Menem. Luego de haber trabajado desde enero con un relato de la mejora en «V», la «pipa» de Nike y otros argumentos que no se probaron en cifras, el Gobierno volvió hoy a la carga con una comparación que no describe el escenario actual y fuerza lecturas apresuradas.
Eso no sólo se percibe analizando los datos, sino en la voz de economistas de diferentes tendencias. Todos coinciden en un título central: que la recuperación es heterogénea, impulsada sólo por tres sectores que ya venían bien (minería, energía y agro) y con tres motores vitales apagados (industria, construcción y consumo masivo).
Asimismo, la afirmación de que ya la actividad está en niveles del 2023 es falsa: diferentes estudios muestran que se encuentra entre 2 y 4 puntos por debajo de los niveles que dejó la gestión de Sergio Massa, dependiendo de si en el cálculo se considera el impacto del agro post sequía o no.
Es decir… Mienten