El gobierno espera un índice de inflación de 3,7% para julio de 2024, pero el siguiente podría ser más alto si se tiene en cuenta que, pese a la desaceleración de ese proceso, subirán los precios de varios servicios públicos, como el de los celulares, así como también prepagas y alquileres.
Aunque los alquileres no forman parte del cálculo de la Canasta Básica Total (con la que se mide la pobreza), sí impactan de lleno en la economía familiar ya que a partir de agosto aumentarán hasta 246,95% en el caso de los contratos firmados mientras existió la Ley de Alquileres, que estipulaba el monto y período de actualización.
Los abonos de líneas de teléfono fijas y de celulares subirán entre 5% y 6% en agosto, y las compañías de televisión por cable e internet también podrán actualizar sus tarifas, todo gracias al Decreto 302/2024, que desreguló ese sector.
El transporte y los combustibles también subirán en agosto, empezando con el precio del boleto de subte en la Ciudad de Buenos Aires, que pasaría a costar $ 757 a pesar de los planteos judiciales impulsados desde la Legislatura porteña.
Los combustibles subirían entre el 2% y 3% en las estaciones de servicio de todo el país aún teniendo en cuenta que su consumo interanual bajó un 12% en promedio.
Por último y si bien no se anunciaron nuevos ajustes a los cuadros tarifarios de la luz y el gas, el Gobierno le retiró los subsidios a casi dos millones de usuarios residenciales y hay tiempo hasta el 5 de agosto para registrarse nuevamente en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).