Villa San Carlos volvió a la victoria después de tres partidos. Y lo hizo con solidez y contundencia. El 3-0 sobre Sacachispas, dejando una muy buena imagen futbolística, le permitirá encarar la semana de trabajo con mayor tranquilidad, sabiendo que el equipo funcionó de acuerdo a lo esperaban sus hinchas.
Durante todo el partido, el Celeste fue el que siempre propuso algo distinto. El que buscó los caminos para lastimar y el generó las mejores opciones. Tal en el primer tiempo debió irse al descanso con una ventaja mínima, pero no pudo concretar lo que generó.
Pero en la segunda mitad, la Villa fue prácticamente un monólogo. Controló el partido en la mitad de la cancha y encontró profundidad en la ofensiva, cosa que no había podido en la primera parte.
Y en la primera que tuvo, Matías Samaniego, a los 6, le sacó la modorra a la tarde y a los hinchas. Pero la historia no termina ahí, ya que a los 15, Octavio Padovani le dio tranquilidad al equipo. ¿Sacachispas? Muy poco para rescatar de un equipo que fue superado en todas sus líneas, y que nunca le encontró la vuelta al partido. Pero había tiempo para el tercero. Valentín Fernández tuvo su premio después de tanto insistir.
San Carlos, de la mano de Lucas Licht, salió a la cancha con Gianfranco Cao; Juan Franco Cacace, Federico Slezack, Bautista Biffi y Nicolás Benavídez; Matías Samaniego (Fernández), Juan Ignacio Silva (Oroná), Alexis Alegre (Tomás Romero) y Alejandro Lugones; Bruno Mariani (Cairo) y Octavio Padovani.