La inseguridad no se toma feriados, carnavales ni descansa de madrugada. Quien ahora puede dar fe de esa terrible situación es una jubilada italiana de 85 años, que reside en jurisdicción del barrio El Carmen de Berisso.
Corrían las primeras horas del lunes cuando, en momentos en que la mujer dormía en la habitación principal de su chalet de Ruta 11 y 94, su sueño se vio interrumpido a la fuerza.
Fue por la presencia -nada menos- de cuatro ladrones dispuestos a robarle y hacerle pasar un muy mal rato.
Según lo informado por voceros oficiales, apenas la banda despertó a la abuela, además de increparla, amenazarla de muerte y exigirle la entrega de toda la plata que había en la casa, le soltaron una frase enigmática.
Los mismos informantes aseguraron al respecto que a la víctima “le dijeron que ellos (por los asaltantes) sabían que en la casa iban a encontrar una importante cantidad de dinero”.
En muchas ocasiones, hubo fuertes indicios sobre una “entrega” a quienes sufrieron atracos en sus propiedades.
Pero también, en los últimos años, han sido recurrentes entre los asaltantes las frases de esa índole para tratar de embaucar a sus víctimas con la intención de ablandarlas y, así, alzarse con gruesas sumas de dinero. Casi siempre, originadas en viejos ahorros.
Como sea, en esta oportunidad los delincuentes consiguieron apoderarse de un suculento botín.
Un allegado a la investigación de este hecho de inseguridad reveló que a la damnificada “le robaron alrededor de 300.000 pesos y joyas de oro”.
Precisó que se trataron de “esclavas, cadenas, gargantillas, media medalla, pulseras, 28 esclavas de aniversario y anillos tobilleras”.
Simultáneamente, el vocero sostuvo que “a la señora también le sustrajeron dinero en moneda extranjera”, aunque no supo precisar el monto real ni brindó una cifra estimativa.
En relación a cómo transcurrió el angustiante atraco, una allegada que mantuvo un escueto diálogo con EL DIA, se limitó a contar que la mujer “quedó muy mal” por la fuerte tensión padecida.
En ese sentido, en base a a allegados a la pesquisa, se conocieron otros detalles sobre el martirio que representó el asalto, al parecer, cometido a mano armada.
“La dejaron acostada en la cama, pero insistentemente le exigían que diga dónde guardaba el dinero. Pero la abuela les aseguraba no tenerlo”, reveló después.
Enfurecidos por esa tesitura, los asaltantes se abocaron a revisar minuciosamente cada mueble de la vivienda.
“No anduvieron con muchos miramientos, porque rompieron algunos muebles y algunas otras cosas en su afán por ganar tiempo. O simplemente, por maldad”, reflexionó el mismo informante.
En cuanto a los asaltantes, mencionó que la mujer asaltada “solo recuerda que uno de ellos aparentaba tener entre 30 a 35 años. Y que lo otros tres pueden ser de edades que van desde los 20 a los 25 años”.
“Lo que más tiene presente es que le pedía dinero todo el tiempo. Y no sabe cómo entraron a su casa, porque no había ninguna puerta forzada ”, completó.
Testigos aseguraron que este grupo delictivo se dio a la fuga a bordo de una camioneta Honda CVR, de color naranja.
Ahora, mediante rastreo de cámaras de seguridad, la Policía intenta identificarlo y detenerlo.