Vecinos de la manzana cuatro del Barrio Obrero contaron a éste medio su indignación, luego de realizar infinidad de reclamos al municipio por la falta de iluminación en la vía pública.
«Hicimos cien mil reclamos y nada» contó uno de los frentistas. Lo cierto es que la falta de iluminación en muchos de los barrios de la ciudad es una problemática «común» dada la falta de insumos de un municipio que prioriza la contratación de «familiares», a la compra de elementos escenciales.
Ésta situación, que por supuesto complica la seguridad de la zona afectada por la oscuridad, hasta el momento y según los vecinos, no es una cuestión que le interese al Municipio.