Los ruidos que provenían del fondo de la propiedad, donde su hijo construyó su casa, se escuchaban con claridad. Sin embargo, por temor o por no creer que se trataba de un robo, los padres del joven no se animaron a caminar hasta la vivienda para cerciorarse de que todo estuviera bien. Era la madrugada del viernes y lo que no sabían era que él había salido, pero lo escucharon regresar.
Por la mañana, el dueño del inmueble hizo otro tipo de sonidos. Sus padres se despertaron y entendieron que en el terreno situado en 151 entre 13 y 14, en Berisso, habían ingresado intrusos.
Todo se trató de un nuevo robo en la localidad vecina que tuvo un giro particular una vez que en el barrio se tomó conocimiento del hecho.
Conforme indicaron fuentes policiales a este diario, el episodio tuvo lugar en Villa Paula. El damnificado escuchó lo que le contaron sus progenitores y, sin perder tiempo, se dirigió hacia su hogar.
En la edificación no descubrió nada extraño. Pero entonces advirtió que la puerta de un galpón donde guardaban herramientas y otros elementos, se encontraba abierta.