La navidad en esta ocasión no trajo un regalo, sino que se lo llevó. El 25 de diciembre de 1966 se despidieron los tranvías en la región.


Habían circulado estas máquinas desde 1884, dos años después de la fundación de La Plata.
Al comienzo su energía la obtenían del vapor y eran propiedad de la firma Landin & Veiga.


Desde el actual Pasaje Dardo Rocha, recorrían puntos de poca distancia entre sí: la Legislatura, la Municipalidad, el Palacio de Tribunales y el Departamento de Policía.


Un año más tarde la empresa ¬Tramway Ciudad de La Plata, de capital inglés, amplia el recorrido.


La particularidad de sus coches, era que circulaban gracias a la tracción a sangre.
Circulaban con un jinete que los precedía y que tocaba el cornetín, anunciando el paso del vehículo.


La compañía Tranvía a la Ensenada fue más tarde quién se encargó de vincular la ciudad capital con el pueblo del Fuerte Barragán, la pujante Ensenada.


Poco tiempo después se establecería un servicio más. Los Talas, poblado incipiente, que más tarde se convertiría en la ciudad de Berisso, podría comunicarse con la ciudad de las diagonales.


Los vecinos de esta región fueron los elegidos para poner a prueba el tranvía eléctrico. Recordemos que La Plata fue la primera ciudad de América Latina con alumbrado público, esto la convertía en la más propicia para este experimento.


Fue por ello que se tendió una línea eléctrica por aire sobre la avenida 7 entre las calles 45 y 50.

Éxito rotundo logró esa prueba, si hablamos de la maquinaria y su funcionamiento pero los chisporroteos que generaban las ruedas sobre los rieles atemorizaban a los pasajeros que creían que iban a quedarse electrocutados en pleno viaje. Por este motivo debió continuarse hasta 1910 con el tranvía a tracción a sangre.


Los tranvías eléctricos pertenecían a la empresa Tranvía La Nacional, aunque increíblemente era conocida como “La Inglesa”, La estación en aquel entonces se encontraba en calle 20 entre 49 y 50. Aún se encuentran vestigios de esa época.


Diez líneas que cubrían cerca de 55 kilómetros con 35 coches diarios.
Un recorrido fundamental para el crecimiento de esta región fue el transporte a los frigoríficos, al dique y al puerto.


La calle Nueva York en Berisso, alimentó su tránsito con los trabajadores que llegaban con esta red de transporte.


¿Recordás cuál era el recorrido?
Te comparto mi video de los Frigoríficos para entender aún más el esfuerzo de esta gente que tanto hizo por la región.


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Gisela Dello Russo @VeoVeo__

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