La vida en la cuadra de la calle 16 entre 153 y 154 de Berisso se ha convertido en una batalla diaria contra la infraestructura dañada y la falta de respuesta oficial.

Desde el año pasado, cuando la empresa OCSA comenzó a intervenir en la zona, la vida de los vecinos se ha complicado severamente. Romina, la damnificada, relata un escenario de destrucción que excede lo esperado en una obra vial: rotura del frente de la casa, vereda destruida por el paso de una retroexcavadora, destrucción de la casita del gas y de la cámara de desagüe.

El punto crítico fue el descubrimiento y rotura de un caño principal de agua, cuya reparación fue descrita como un envoltorio de trapo. Además, los vecinos denuncian que la propia empresa obstruyó las bocas de tormenta con bolsas de arena y trapos para facilitar su trabajo, lo que agravó las inundaciones.

A esto se sumó el corte de las conexiones de agua al pavimentar, un hecho que ocurrió a pesar de las advertencias previas. El arreglo improvisado con alambre cedió, y como consecuencia de ello, el residente afirma: «Cuestión que hace un mes más o menos. Estoy sin agua».

Esta situación pone de manifiesto la necesidad de una mayor articulación entre el Municipio de Berisso, las empresas contratistas y las empresas de servicios públicos para asegurar que las obras de infraestructura no se conviertan en un flagelo para los frentistas.

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