Un día como hoy 28 de febrero de 1897, en la toma 9 del Puerto La Plata, desembarcaba el «Sable Corvo del Gral. San Martín»
El sable corvo fue adquirido por San Martín en su estancia en Londres, poco después de dejar España y antes de embarcarse a Sudamérica. Más adelante, San Martín armaría a su regimiento de granaderos con armas similares, ya que las consideraba ideales para los ataques de carga de caballería.

Tras el retiro de San Martín en Europa, posterior a la entrevista de Guayaquil, el arma quedó en la ciudad de Mendoza en manos de una familia amiga. En una carta posterior escrita a su yerno Mariano Balcarce y a Merceditas les solicita que le envíen la espada a Europa, quedando en su posesión hasta su muerte del 17 de agosto de 1850.
El 23 de enero de 1844, en París, el General San Martín firma, a la edad de sesenta y siete años, su testamento.
Está seriamente afectado de la vista, por lo que antes que se agrave su dolencia decide escribirlo de su puño y letra. En la cláusula tercera establece el legado de su sable al brigadier general Juan Manuel de Rosas.
El General San Martín fallece el 17 de agosto de 1850, su yerno, Mariano Balcarce, que se desempeñaba en la Legación Argentina en París comunica con nota de fecha 29 de septiembre de 1850, a Rosas, la voluntad testamentaria del Libertador.
En cumplimento de la cláusula tercera de dicho testamento, el sable le fue entregado a Rosas, quien en su exilio lo conservaba como una reliquia dentro de un cofre que tenía grabado en su tapa esa cláusula. Sólo exhibirlo a sus visitas en su chacra de “Burguess Street Farma” en Southampton, Inglaterra, donde residía.
Rosas fallece el 14 de Mayo de 1877. El sable pasa a poder de Máximo Terrero (su yerno) en cumplimiento de expresas decisiones testamentarias de Rosas.
A mediados de 1896, el Dr. Adolfo P. Carranza que era el Director del Museo Histórico Nacional, comenzó gestiones para que el glorioso sable retornara a la patria. Su gestión documentada comienza con una carta dirigida a la Sra. Doña Manuela Rosas de Terrero, donde expone los altos propósitos que la alientan y expresa su solicitud de retorno del sable que tendría por destino depositario la institución que él dirigía.
El sable arriba a la ciudad de Buenos Aires el jueves 4 de marzo de 1897, siendo recibido por el Presidente de la Nación José Evaristo Uriburu, en la Casa Rosada de manos del señor Juan Manuel Ortiz De Rosas, como representante de la familia Rosas Terrero. Acto seguido la reliquia se trasladó para su entrega al Museo Histórico Nacional, donde desde entonces se expuso al público hasta el día 12 de agosto de 1963, cuando fue robada y luego recuperada. Pocos días más tarde se volvió a exponer en el Museo y fue nuevamente sustraída el 19 de agosto de 1965, aconteciendo su recuperación diez meses después. Desde entonces quedó definitivamente en custodia, en la sede del Regimiento de Granaderos a Caballo Gral. San Martín, en su cuartel del barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, donde puede ser observada públicamente con condiciones adecuadas de seguridad en un templete blindado apto para tan importante reliquia histórica

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