Un inusual incidente tuvo lugar hoy durante el tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana, donde el presidente Javier Milei protagonizó un momento de tensión al evitar saludar a la vicepresidenta Victoria Villarruel y al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.

El gesto del mandatario, captado por las cámaras de televisión, generó sorpresa y especulaciones sobre el estado de las relaciones entre los tres funcionarios. Al ingresar a la Catedral, Milei saludó a varios presentes, pero ignoró a Villarruel y a Macri, dejando a este último con la mano extendida.

Este episodio ocurre en un contexto de crecientes rumores sobre diferencias dentro del gobierno y tensiones políticas. Si bien no hubo declaraciones oficiales al respecto, el incidente alimentó las versiones de un distanciamiento entre Milei y Villarruel, así como una posible fricción con el jefe de Gobierno porteño.

La relación entre Milei y Villarruel ha sido objeto de análisis desde la campaña electoral, con versiones de diferencias en sus estilos y enfoques políticos. Por su parte, la relación con Jorge Macri se ha tensado en las últimas semanas, luego de que el presidente criticara públicamente la gestión del gobierno de la ciudad.

El incidente en el Tedeum se suma a otros episodios recientes que han alimentado las especulaciones sobre el estado de las relaciones dentro del gobierno. La falta de un saludo público en un evento de esta magnitud no pasó desapercibida y generó un fuerte revuelo en los medios de comunicación y las redes sociales.

Para añadir más leña al fuego, horas después del evento, el presidente Milei publicó un mensaje en su cuenta de la red social X (anteriormente Twitter) que reza: «Roma no paga traidores». Este mensaje, interpretado por muchos como una clara alusión al incidente y a las tensiones políticas, intensificó aún más las especulaciones sobre el estado de las relaciones entre los funcionarios.

Aún se desconoce si este gesto y el posterior mensaje tendrán consecuencias políticas o si se trata de un episodio aislado. Sin embargo, el incidente en el Tedeum y el tuit posterior dejaron en evidencia las tensiones existentes y alimentaron las especulaciones sobre el futuro de las relaciones entre los principales referentes del gobierno y la política porteña.

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