El aumento en los precios de las naftas en los surtidores a principios de diciembre estaría impulsado por ajuste en el impuesto a los combustibles y a la recomposición que piden las petroleras por el impacto de la devaluación.
A partir del primero de diciembre, el gobierno aumentará en un 5 por ciento el impuesto a los combustibles, con lo cual se espera un impacto de entre 1 y 2 por ciento en los precios en los surtidores. La suba de las naftas vinculada a la cuestión tributaria se sumará al aumento que pretenden las petroleras desde comienzos de diciembre.
as empresas dicen que hay una brecha del 10 por ciento con respecto a los precios internacionales a la que tratan de ubicar, como forma de presión, como un factor importante a la hora de decidir inversiones en Vaca Muerta. El aumento en los precios de las naftas en los surtidores a principios de diciembre podría ser superior al 5 por ciento. A pesar del incremento del impuesto a los combustibles que anunció el gobierno, resta un 15 por ciento de suba de ese impuesto para recuperar completamente el atraso que permitió Cambiemos desde 2018 con el fin de mitigar la de por sí fuerte suba de las naftas de la mano de la devaluación. La actualización pendiente será materia para la próxima administración.
Con la devaluación posterior a las PASO, el gobierno aplicó un tipo de cambio diferencial para las petroleras en el mercado interno. A pesar de la buena relación de la administración de Macri con las empresas del sector, que están entre las grandes beneficiadas del modelo económico de Cambiemos, la medida del congelamiento de las naftas fue un balde de agua helada. Inmediatamente, se frenaron masivamente las perforaciones en Vaca Muerta e incluso hubo amagues de desabastecimiento. De hecho, el congelamiento duró poco, porque en septiembre se permitió una suba del 4 por ciento y otro 5 por ciento desde comienzos de noviembre, apenas definida la elección presidencial. Con la finalización formal del “congelamiento”, las naftas volvieron a subir un 5 por ciento hace una semana, con lo cual el litro de súper quedó por arriba de los 50 pesos en la Ciudad de Buenos Aires.
A pesar del encarecimiento de la nafta, que siguió de cerca al dólar, los precios en el surtidor estuvieron mitigados por la desactualización del impuesto a los combustibles, subrayó el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui. “El Estado nacional dejó de recaudar 100 mil millones de pesos desde marzo de 2018 por la utilización del impuesto a los combustibles como `amortiguador´ de las oscilaciones de precios en las estaciones de servicio”, dijo. El funcionario agregó que el retraso acumulado del impuesto a los combustibles sería del 20 por ciento y que su dependencia autorizará un incremento del 5 por ciento desde el primero de diciembre. Esta decisión tendrá un impacto de entre el 1 y 2 por ciento en los surtidores, que se sumará a una nueva suba que buscarán aplicar las petroleras. Fuentes del sector dicen que el incremento para las empresas sería de alrededor de un 5 por ciento.
El atraso en el impuesto a los combustibles se explica porque a lo largo del año el gobierno postergó la actualización trimestral que definió la AFIP según la reforma fiscal del año pasado. Luego de que el oficialismo perdiera las elecciones, la Secretaría de Energía publicó el decreto 753, en donde establece que en noviembre y diciembre se aplique el ajuste pendiente, del 20 por ciento. A esta suba habría que sumar la recomposición para las empresas.
Hay fuerte disputa en el sector de hidrocarburos por el sendero de precios al mercado interno que deberá definir el próximo gobierno. Las empresas quieren llegar al dólar por litro de nafta, es decir, por arriba de los 60 pesos, y un vínculo aceitado entre el precio local y el internacional. Otros sectores advierten la necesidad de tener precios diferenciales para el mercado interno, con el fin de impulsar la reactivación económica