En medio de una pandemia mundial, la celebración del Día de La Niñez llegó como un bálsamo de pequeñas sonrisas que se multiplicaron gracias al esfuerzo de miles de personas que dieron su amor, mientras del otro lado el caranchismo y el desprecio sigue marcando el rumbo de quienes viven mirando sus propios intereses.


Como no notar en esta jornada que la región en la que vivimos se nutre de una solidaridad imperturbable a los intentos de destrucción del neoliberalismo. Mientras la derecha recalcitrante convoca a una marcha y el máximo líder de la oposición viaja a Francia de vacaciones, taxistas, movimientos sindicales, militantes, trabajadores municipales, ONGs y vecinos de todos los sectores, se volcaron a la ardua tarea de “HACER FELIZ A UN NIÑO».

Desde Punta Lara, hasta los talas, desde El Dique hasta La Hermosura, en cada barrio y en cada rincón, miles de personas repartieron golosinas juguetes, chocolates, torta y todo lo que pudieron juntar para hacer de este un DÍA DEL NIÑO feliz para los más pequeños.

Como siempre el mejor pago al esfuerzo fue una sonrisa, un gesto, un GRACIAS que en más de una ocasión salió con una lágrima de parte de quien lo daba; “NUNCA ESTUVE EN ESTA SITUACIÓN. HOY NO LE PUDE COMPRAR NADA A MIS HIJOS Y ESTE VA A SER EL REGALO DEL DÍA DEL NIÑO Y ESTOY AGRADECIDA» dijo una mujer al recibir chocolate, torta y un obsequio para cada uno de sus hijos.

Esta imagen se reiteró desde la Nueva York, hasta Santa Teresita, desde el Barrio El Molino, hasta el Barrio Cabezas, pero con la ayuda de los Municipios de Berisso y Ensenada, más la colaboración de los comerciantes y vecinos, La Región se vistió de Niño una vez más, demostrando que EL PAÍS ESTA DE PIE GRACIAS A SU GENTE Y QUE LA ÚNICA MARCHA MASIVA ES LA DE LOS CORAZONES SOLIDARIOS DE UN PUEBLO EN EL QUE ABUNDA LA CLASE TRABAJADORA, aunque ese trabajo aveces no sea remunerado.

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