«Se puede hacer un plan de alimentación saludable a bajo costo»


"Se puede hacer un plan de alimentación saludable a bajo costo"


¿Hay mayor tendencia a realizar dietas saludables o crecen los índices de obesidad en el país?

Hay un poco de las dos cosas. Si bien por las redes sociales y los medios de comunicación se da a conocer la problemática del sobrepeso, la gente tiende a cuidarse, sin embargo, los números de la obesidad siguen aumentando. El año pasado en el país se realizó la cuarta encuesta de factores de riesgo, y los datos más importantes marcan que hubo un aumento del sobrepeso y la obesidad en niños y en adultos. Según el informe, 6 de cada diez adultos tiene sobrepeso y obesidad mientras que en los niños 4 de cada diez lo padece, lo que marca un aumento aproximado del 20% respecto a la última encuesta realizada en 2013.

¿A qué se debe esta tendencia? ¿Tiene que ver con una mala alimentación, la falta de recursos?

En la encuesta muchos aseguran que es por la falta de actividad física, el sedentarismo, pero también puede ser por la mala alimentación y por la mala elección de alimentos. Particularmente yo tengo consultorio en Alto Comedero y en Ciudad de Nieva, lo que me permite conocer realidades distintas. Por ahí en Alto Comedero las familias no tienen tantos recursos económicos, por lo tanto tienen una alimentación de menor calidad, basada en arroz, papa, fideos, comidas que llenan más, pero en Ciudad de Nieva, donde recibo pacientes del centro y de otros barrios que tienen un mayor acceso, predomina la mala elección, es decir, si bien tienen mayores recursos se compran gaseosas, comidas rápidas, entonces no es solo una cuestión de recursos, sino más bien una falta de educación en saber qué tipos de alimentos conviene elegir.

¿Se puede acceder a una dieta saludable a bajo costo?

Sí, claro. Los productos descremados ya casi no lo indico casualmente por el elevado costo que tienen; personalmente con mis pacientes trabajó más con la porción, es decir, ya que no se puede comprar un queso descremado buscar uno entero, si se puede de buena marca, y reducir la porción. La leche entera tiene 3gr. de grasa y una descremada tiene 1,5 es decir, es mínima la diferencia de grasa, entonces si se dificulta el acceso a esos productos es mejor reducir la cantidad. Y después se puede completar la dieta con frutas, verduras, en ese caso siempre recomendamos elegir las de estación, e incluso hay muchas personas que apuntan a las huertas en casa, y si no tienen patio hacen huertas verticales, la idea es incorporar estos alimentos que son nutritivos y de menor costo.

¿Qué pasa con la carne? ¿Se la puede reemplazar?

La carne roja en general siempre es más cara, se la puede reemplazar con carne blanca o sino por otros alimentos que sean fuente de proteína y de hierro que principalmente tomamos de la carne; en ese caso puede ser huevo, lácteos o legumbres, especialmente, estas últimas son sumamente económicas y rinden mucho más. Entonces se puede combinar, por ejemplo, lentejas con arroz, o con huevo, la dieta puede llegar a tener un perfil un poco más completo que si se come una ensalada sola, por ejemplo.

¿Se puede hacer actividad física sin demandar grandes gastos?

Sí, ahora los gimnasios urbanos ayudan mucho; se los puede encontrar en varios lugares, además hay espacios verdes, ciclovías, se puede hacer actividad física sin necesidad de ir a un gimnasio. También se pueden bajar aplicaciones que nos ayuden a hacer gimnasia, hay muchos recursos útiles, de modo que el que no tiene para pagar no tiene excusa, la voluntad es la base de todo. Hay que recordar que la actividad física no es solo para bajar de peso, sino que favorece el desarrollo de los músculos, fortalece los huesos, reduce los riesgos de osteoporosis, entre otros beneficios.

¿En qué medida sirven esos productos «milagrosos» para bajar de peso?

Yo no los recomiendo y creo que ningún nutricionista tampoco, por varias razones. Primero porque tienen poca legislación, no se los controla como deberían por lo que son comercializados como productos naturales; además tienen mucha sobrecarga a nivel renal y hepático, hay estudios que demuestran que pacientes que consumieron que terminaron con cirrosis y problemas renales. Además, se ve en algunos pacientes que consumieron estos productos que cuando dejan de consumir tuvieron el efecto contrario. Muchas veces se produce el efecto rebote y con hígado graso elevado que muchas veces puede derivar en una cirrosis, así que están totalmente contraindicados. Aparte no educan, porque básicamente se trata de reemplazar comidas por batidos, entonces no hay educación, lo único que se hace es reemplazar las comidas y engañar al estómago.

¿Cuál es la edad ideal para comenzar un plan de alimentación?

La edad ideal es a los 5 o 6 años, donde los chicos pueden empezar a intervenir en la preparación de los alimentos. Es bueno empezar a educarlos para prevenir enfermedades como diabetes o hígado graso, que generalmente estaban asociadas a personas adultas, ahora están apareciendo en chicos desde los 10 años, entonces apenas el niño se introduce en la mesa familiar, a los 2 años ya tiene una mala alimentación y a los 10 años ya está desarrollando enfermedades que tendría una persona de 50. Entonces la edad ideal para empezar un plan de alimentación es en la edad escolar, de esa manera los chicos lo van a poder mantener para toda la vida. Eso sería lo ideal, ahora si una persona ya es grande, mientras tenga la voluntad de hacerlo, cualquier edad es buena para empezar.

¿Qué falta para revertir los crecientes índices de obesidad?

Falta mucha educación, porque muchas veces la gente se cuida meramente por una cuestión estética, y ahora que llega el verano todos quieren bajar de peso. Si bien funciona como motivación, es bueno aprovecharlo para enseñarles los beneficios de tener un peso saludable, pero falta esa educación, que la persona sepa que si va a cambiar su alimentación y va a comenzar a hacer actividad física, saber por qué lo está haciendo y qué beneficios tiene.

FUENTE: El Tribuno de Jujuy

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