Carlos Omar Rodríguez fue acusado de regentear a la joven que desapareció en julio de 2017 y fue hallada asesinada. Fue arrestado por la Policía Federal, tras una investigación del juez Ramos Padilla. Se negó a declarar y quedará detenido.
Personal de la División de Trata de Personas de la PFA este miércoles allanó un domicilio sobre la calle 72, en la periferia de la ciudad de La Plata. Los efectivos tenían un dato certero: allí se encontraba Carlos Omar Rodríguez, más conocido como “El Cabezón”.
Rodríguez era buscado por el juez federal Alejo Ramos Padilla en el marco de la causa por el crimen de Johana Ramallo, la joven de 23 años que desapareció a fines de julio de 2017 y cuyo cadáver mutilado fue hallado en las costas de Berisso en agosto de 2018. Rodríguez no está sospechado de ser el autor material del crimen, al menos no hasta ahora, sino su proxeneta y su explotador en la zona roja de La Plata.
Rodríguez vivía otra vida: se alojaba en una pensión y manejaba un taxi alquilado. El hombre, según la investigación en su contra, le brindaba droga y la ofrecía a clientes en su perfil personal de Facebook junto a, por lo menos, otras dos mujeres. Por esto, Ramos Padilla le imputa los delitos de explotación sexual, facilitación de la prostitución y por el comercio y suministro de drogas.
De acuerdo a la investigación judicial, “El Cabezón” estaba a cargo de la “zona roja” en el barrio El Mondongo, en La Plata, donde Johana trabajaba al momento de su femicidio. Estuvo allí desde junio de 2016 hasta julio de 2017.
Según consta en el expediente, Rodríguez, básicamente, era un proxeneta que vendía cocaína a clientes a través de las trabajadoras sexuales que él mismo decía “cuidar”, entre ellas a Ramallo. Era el contacto con las trabajadoras, el que les daba la droga y el que decía “protegerlas”.