El recién asumido gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, se alineó con la dirección marcada por el presidente Javier Milei, particularmente en lo que respecta a la reducción de gastos.
Además de los recortes en áreas como transporte público, electricidad, educación y obras públicas, se anunció una serie de leyes, incluyendo aquellas relacionadas con la ética pública y la extinción de dominio.
Durante su toma de posesión en la Casa de Gobierno en Paraná, la capital provincial, Frigerio expresó su compromiso con el enfoque delineado por el presidente Milei, quien ha enfatizado de manera clara y directa la falta de recursos financieros: «No hay más plata».
Este panorama implica la reducción de subsidios, impactando necesariamente en la facturación de servicios como la luz, el transporte, el desarrollo de viviendas, la educación y las obras públicas, según señaló ante aproximadamente 900 personas, aunque estas medidas no fueron recibidas con aplausos en esos momentos.
En ese sentido, Frigerio enfatizó la necesidad de construir una gestión más austera, ya que la provincia de Entre Ríos se encuentra en una situación de endeudamiento y carencia de reservas económicas.
Durante el evento, Frigerio estuvo acompañado por sus homólogos de Corrientes, Gustavo Valdés, y de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, así como por el exgobernador Gustavo Bordet, representantes de los poderes estatales, miembros de las fuerzas de seguridad y del sistema judicial, entre otros.
El gobernador electo delineó una serie de medidas concretas, incluyendo la reducción a la mitad de los cargos estatales, la implementación de concursos para ocuparlos, limitaciones en la percepción de múltiples sueldos, la eliminación de gastos reservados y vehículos oficiales de uso personal, además de una reducción en la cantidad de asesores en el Poder Legislativo. Asimismo, se adelantó la presentación de al menos seis leyes, entre las que se destacan aquellas relacionadas con el sistema del arrepentido, la implementación de la boleta única y el acceso a la información pública.
Frigerio hizo hincapié en la llegada de «una nueva etapa después del quiebre más significativo en la relación entre la política y la sociedad, a causa de políticos que buscaron privilegios en lugar de resolver problemas».
Dirigiendo sus críticas hacia la cultura política imperante en todos los partidos y coaliciones, Frigerio llamó a la acción para abordar los problemas sin estar condicionados por perspectivas ideológicas, prejuicios o ataques infundados.