Ayer por la mañana se realizo en las instalaciones de la EEA Nª 1 de Berisso la entrega de diplomas a los egresados  de 6º y 7º año

Culmino el ciclo lectivo 2018 y aun la escuela agraria aguarda pacientemente la mudanza a su nueva casa. El acto de cierre fue una perfecta síntesis de lo diariamente vive esta institución educativa. La falta de recursos e insuficiencia edilicia se disimulan con ingenio y compromiso que solo la vocación docente puede generar.

El mal clima impidió que el evento se desarrolle al aire libre. Un pequeño pasillo que no llegaba a los 4 metros de ancho cobijo a los alumnos, sus familias  y a todo el personal que allí se desempeña. Como todo fin de ciclo la emoción afloraba como lagrimas en casi todos  los actores. Cada uno de los chicos y chicas que ayer egresaron tienen su propia historia, y para muchos terminar la escuela significa mucho mas que un diploma.

Minutos después de lo estipulado y con el lugar repleto ingresa la bandera de ceremonia, llevada por uno de los muchachos que culmino el séptimo año, obteniendo el titulo de técnico agropecuario. Suenan las estrofas del himno nacional y el abanderado no puede colocar el asta de la bandera en la cuja porque la moharra toca el techo. 

Se realizo una entrega de reconocimientos a instituciones que colaboran con la escuela. leyeron una poesía, y abundaron los deseos de felicidad y buena ventura en la nueva etapa que comenzaran quienes ayer fueron por ultima vez a » la agraria», esa que esta a pocos metros de la ruta 15 y 74, frente a la cantera que esta tapada por un cañaveral, La que dos por tres se le quema todo por los golpes de tensión, la que aun los fines de semana tiene gente que va a atender las plantas y animales que no saben de feriados ni paros.

Ya nadie cree en las promesas que el año que viene  se mudan al nuevo edificio, al cual ni el techo le ha quedado. Habra que arreglarse como siempre, con lo que hay. Administrando carencias y educando a jóvenes que llegan con el ímpetu propio de la edad y algunos sueños en los bolsillos.

 Y allí estarán ellos. Los trabajadores de la educación publica para recibirlos con los brazos abiertos y enseñarles  cosas, no solo las propias de la carrera. Brindando con su ejemplo cotidiano, que aun sin contar con las mejores condiciones igual se puede aprender. La vida es un desafió que bien vale la pena , dependerá de la actitud que tomemos y la responsabilidad para ejercer nuestra funciones hasta donde podremos cumplir nuestras metas, señalo una profe en el acto.

Mientras todo eso pasa, hay un edificio que estaba terminado, una licitación adjudicada y  seis cuadras del camino de acceso que nadie puede explicar porque no se hace. La política local hoy pasa por otro lado, como dijo Galeano, esta todo «PATAS PARA ARRIBA».

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