«Celebramos el 125 aniversario de la llegada del Sable Corvo a nuestro Puerto, lugar donde desembarcó el Gral. San Martín» resaltaron en el día de hoy desde la Ciudad de Ensenada.
El arma que utilizó en combate el Libertador de América y simboliza la lucha por la soberanía y la independencia, tiene una historia que lo liga a la ciudad del Fuerte Barragán, que una vez más, es parte de la historia grande del país.
«En el Muelle 9 del Puerto, compartimos un emotivo acto junto al Ministro de Cultura de Nación, Tristán Bauer, a la Presidenta del Instituto Cultural de la Provincia, Florencia Saintout, al Presidente del Puerto, Pepe Lojo, al Intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, al Presidente del Instituto Nacional San Martiniano, Eduardo García Caffi, diputados, concejales y vecinos. El legado de San Martín sigue vigente en nuestro pueblo» destacan desde el Municipio.
Recordemos que el sable corvo fue adquirido por San Martín durante su estancia en Londres, poco después de dejar España y antes de embarcarse a Sudamérica. Más adelante, armaría a su regimiento de granaderos con armas similares, ya que las consideraba ideales para los ataques de carga de caballería.
Tras el retiro de San Martín en Europa el sable quedó en la ciudad de Mendoza en manos de una familia amiga.
En una carta posterior escrita a su yerno Mariano Balcarce y a Merceditas, el héroe nacional solicitó que le enviasen la espada a Europa. La tuvo en su poder hasta su muerte, el 17 de agosto de 1850.
El 23 de enero de 1844, en París, el General San Martín firmó su testamento. Con 67 años estaba seriamente afectado de la vista, por lo que antes de que se agravara su dolencia decidió escribirlo de su puño y letra. En la cláusula tercera establece el legado de su sable al brigadier general Juan Manuel de Rosas.
Luego de su muerte, el 17 de agosto de 1850, su yerno, Mariano Balcarce, que se desempeñaba en la Legación Argentina en París, comunicó a Rosas la voluntad testamentaria del Libertador.
En cumplimento de la cláusula tercera de dicho testamento, el sable le fue entregado a Rosas que en su exilio en Inglaterra lo conservaba como una reliquia dentro de un cofre que tenía grabado en su tapa esa cláusula.
Rosas falleció el 14 de Mayo de 1877. El sable pasó a poder de su yerno Máximo Terrero.
A mediados de 1896, el director del Museo Histórico Nacional Adolfo P. Carranza, comenzó las gestiones para que el histórico sable retornara a la patria. Comenzó con una carta dirigida a la señora Doña Manuela Rosas de Terrero.
El sable arribó a la ciudad de Buenos Aires el jueves 4 de marzo de 1897. Fue recibido por el Presidente de la Nación José Evaristo Uriburu en Casa Rosada de manos del señor Juan Manuel Ortiz De Rosas, como representante de la familia Rosas Terrero.
Acto seguido la reliquia se trasladó para su entrega al Museo Histórico Nacional, donde desde entonces se expuso al público hasta el día 12 de agosto de 1963, cuando fue robada y luego recuperada.
Días más tarde se volvió a exponer en el Museo y fue nuevamente sustraída el 19 de agosto de 1965. Diez meses después fue recuperada nuevamente.
Desde entonces quedó definitivamente en custodia en la sede del Regimiento de Granaderos a Caballo Gral. San Martín, su cuartel del barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, donde puede ser observada públicamente.