El padre Gustavo, párroco de la iglesia Maria Auxiliadora de Berisso, hoy es noticia en medios de todo el país, luego del encuentro que mantuvo con Diego Armando Maradona


El cura párroco Gustavo Rubio, fue  convocado por Diego Maradona para bendecir al plantel de Gimnasia y Esgrima La Plata y al predio de Estancia Chica. El sacerdote aclaró hoy, que la ceremonia no se trató de «ningún exorcismo como se dice por ahí».

El sacerdote de 53 años, nacido en La Plata y fanático de Gimnasia como toda su familia, se mostró conmovido por la recepción el astro, a quien le reconoció una energía que «levanta el ánimo de la gente que necesita de buenos momentos».

«Bienvenido sea Diego Maradona por toda esa alegría que transmite», pronunció el párroco de la Iglesia María Auxiliadora de la localidad de Berisso en diálogo con la agencia  Télam. «En este contexto que vive el país, más allá de cualquier ideología, se llegada es muy buena, hace bien, y más aún a la gente humilde», consideró el padre al que acudió Diego. Rubio comentó que al momento de encontrarse con el flamante técnico de Gimnasia «hubo una linda charla y también momento para chistes», con lo que confirmó la irradiación positiva del «Diez».

El cura se sorprendió con el llamado de Maradona porque «no sabía que era católico» debido a «algunas cosas que ha dicho a lo largo de los años». «Pero me dijo que él, al igual que sus padres y su familia, son muy creyentes. Su convocatoria no tuvo que ver con que alguien pida la bendición de la iglesia para el plano deportivo», explicó. «Vi a un hombre con sus alegrías y tristezas. Un hombre muy amado, muy querido a nivel mundial, y si bien nada justifica sus errores, es un hombre que ha sufrido mucho durante toda su vida», caracterizó.

El cura «tripero» no pudo dejar de lado su simpatía por el club y en el plano futbolístico notó «muy motivado» al entrenador para «sacar adelante al equipo» que se ubica último en la tabla de promedios y pelea por mantener la categoría en la Primera División.

Por último, el párroco recordó su vivencia como simpatizante del «Lobo», los recuerdos de infancia junto a su padre, su familia y remarcó que «esos colores se meten en el corazón porque Gimnasia es una tradición familiar».

«Sufro cuando las cosas no salen y me pongo contento cuando salen bien. Amo a Gimnasia como toda mi familia, pero este domingo no podré ir a la cancha porque a esa hora (11.00) tengo misa», concluyó. (Télam)

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