– «Los argentinos de manera contundente han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno. No hay vuelta atrás, enterramos décadas de fracaso y disputas sin sentido. Comienza una era de paz y prosperidad, de libertad y progreso«.
– «El cepo cambiario, otra herencia de este Gobierno, no solo constituye una pesadilla social y productiva, sino que además que el sobrante del dinero hoy es el doble del que había en la previa del Rodrigazo. El Rodrigazo multiplicó por seis la tasa de inflación; un evento similar significaría multiplicar la tasa por 12. Y dado que la misma viene viajando a un ritmo del 300% podríamos pasar a una tasa anual de 3600%. A su vez, dada la situación de los pasivos del Central, la cual es peor que es la que había en la hiperinflación, en muy poco tiempo se podría cuadruplicar la cantidad de dinero y con eso elevar a la inflación a niveles de 15.000% anual. Esa es la herencia que nos dejan, una inflación plantada del 15.000% anual que vamos a luchar con uñas y dientes para erradicarla».
– «Nos han arruinado la vida y nos han hecho caer por diez veces nuestros salarios. Por lo tanto, tampoco nos debería sorprender que nos estén dejando 45% de pobres y 10% de indigentes».
– «No hay alternativa posible al ajuste. Tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo. Todos los programas gradualistas terminaron mal, mientras que todos los de shock — menos el de 1959— fueron exitosos. Si un país carece de reputación, los empresarios no invertirán hasta que vean el ajuste fiscal».
– «No hay plata. No hay alternativa al ajuste y al shock. Impactará de modo negativo sobre la actividad, el empleo, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, pero no es algo muy distinto a los últimos 12 años. Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de la Argentina».
– «No buscamos ni deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero no nos han dejado opción. Nuestro compromiso es inalterable».
– «Sabemos que la situación empeorará, pero veremos los frutos de nuestro esfuerzo».
– «Este nuevo contrato social nos propone un país distinto en el que el Estado no dirija nuestras vidas. El que corta, no cobra».
– «Aquellos que quieren utilizar la violencia o la extorsión para obstruir el cambio se van a encontrar con un presidente de convicciones inamovibles que utiliza todos los resortes del Estado para avanzar en los cambios que el país necesita».
– «Esta es la herencia que nos dejan Vamos a luchar con uñas y dientes para erradicarla. Este número del 15.000 por ciento anual, que parece un disparate, implica una inflación del 52% mensual. Hoy viaja a un ritmo de 20 y 40% mensual entre enero y febrero. Llevaría la pobreza por encima del 90% y la indigencia en 50%, por eso necesitamos aplicar un fuerte ajuste».