Eran las 24 horas. El colapso llegó inesperadamente, como suelen llegar las tragedias. La noche ocultaba la catástrofe.

El edificio estaba diseñado para crecer a costa de mantener engañados a muchos. Su estructura se sostenía gracias al trabajo duro de los habitantes de los subsuelos, mientras los de los pisos superiores vivían cómodamente.

Cada piso superior  que se elevaba, se sostenía sobre un piso de subsuelo. Los habitantes de arriba desconocían el esfuerzo y sacrificio de los de abajo. La algarabía reinaba en los pisos superiores, donde cada habitante creía merecer su posición.

En el subsuelo 7, la familia de Marta vivía en una celda de 2 metros por 3, sin ventanas ni luz natural. Sus padres trabajan 12 horas diarias, mientras ella cuidaba a sus hermanos pequeños. La comida era escasa y el agua potable era un lujo. El aire viciado y la humedad hacían que la respiración fuera difícil.

«¿Cuándo podremos salir de aquí?», preguntó Marta a su madre.

«Pronto, hija», respondió su madre, «pronto.»

Pero la realidad era devastadora. Los habitantes de los subsuelos estaban condenados a vivir cruelmente en la oscuridad y el trabajo forzado.

En el subsuelo 7, Sofia, la madre de Marta se atrevió a hablar en una reunión secreta. «Debemos unirnos y luchar por nuestros derechos» dijo.

«Calla, Sofia» dijo un hombre. «No es lugar de las mujeres hablar de política»

Más arriba en el piso 20 sobre la superficie, Luciana se preparaba para una fiesta.

«Debes lucir perfecta» le dijo su esposo. Tenemos invitados del piso 30, no me decepciones. Luciana se miró en el espejo sintiendo toda la presión de cumplir las expectativas de su esposo. Pero un ruido corrió por su mente, un ruido que desmoronaba y cuestionaba toda su vida.

Mientras tanto, la mujer de los subsuelos creó un plan para abrir un camino nuevo y obtener luz, agua y comida sin depender de los habitantes de los pisos superiores. No fue fácil convencer a los demás, acostumbrados a sostener el edificio a cambio de pequeños beneficios.

«¿Por qué deberíamos arriesgarnos?», preguntó uno de los habitantes.

La mujer perseveró, continuó hablando y generando en todos el deseo de ser libres. Los habitantes de los subsuelos comenzaron a trabajar de manera comunitaria para salir a la superficie y crear una nueva vida, lejos de la ambición desmedida de los habitantes de los pisos superiores.

El movimiento llegó a sentirse en los primeros pisos superiores. Pero ellos no se preocuparon, creyendo que los habitantes de los pisos inferiores dependerían para siempre del edificio, para subsistir.

Llegaron algunos reclamos de los subsuelos, pero los de los primeros pisos superiores respondían:

«Somos diferentes»,  «Nosotros siempre apoyamos las decisiones de los pisos más altos, y ellos consideran que ustedes ya tienen demasiado, si quieren más, deben esforzarse más»

Sin embargo, la estructura paralela  que construían los del subsuelo, crecía hacia la izquierda para encontrar la salida a la superficie y una noche, los habitantes de los subsuelos lograron salir.

La alegría de su liberación se escuchó desde lejos. 

Luciana, dentro del edificio, comprendió que debía liberarse también, cuestionó a todos los que la llamaban alocada por correr hacia abajo, otras mujeres le advertían sobre sus lujos y placeres que perdería en el descenso. Pero ella logró convencer a algunos, que al escucharla, también salieron del edificio, entendiendo que la salida los llevaría a una vida comunitaria más libre y más noble. 

Mientras tanto, el edificio se desmoronaba, ya que no tenía mantenimiento ni sostén desde abajo. Los habitantes de los pisos mas altos aplastaban a los que tenían por debajo. La gravedad no distinguía entre ellos y finalmente, el último piso se desmoronó.

Una gran humareda se elevó hacia el cielo. 

Al día siguiente, los habitantes que ya no pertenecían a los subsuelos, y los que habían descendido del edificio, comenzaron a construir un nuevo ecosistema social, libre de opresión, y sin que nadie ponga sus pies por encima de la cabeza de otro.

La mujer que lideró la rebelión se convirtió en un icono de la lucha por la igualdad y la justicia. Cambiando el curso de la historia para la libertad y la dignidad humana. También se dispuso una vigilancia eterna para nadie se convierta en exclavo, nunca más.

Patricia Alejandra Cerdá Íñiguez.

“ Ser libre no es sólo liberarse de las propias cadenas, sino vivir de una manera que respete y mejore la libertad de los demás.»

Nelson Mandela.

«La liberación de la mujer es la liberación de la humanidad.»  Ángela davis.

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