Miércoles 10 de octubre de 1945: A la mañana se informa a los gremios que Perón hablaría esa tarde para despedirse del personal y de los obreros, desde la Secretaría de Trabajo. Poco antes, precisamente la noche del 8 de octubre –cuando el entonces coronel festejaba su cincuenta aniversario- el jefe de la guarnición de Campo de Mayo, general Eduardo J. Avalos, le exigió la renuncia a la vicepresidencia de la Nación y a los cargos de secretario de Trabajo y secretario de Guerra. La resolución de dirigirse a los trabajadores constituye su última alternativa política, un pretexto para congregar a los obreros adictos ante los ojos mismos de los militares.


Jueves 11 de octubre: Perón solicita licencia al ministro de Guerra a la espera de su retiro.

Viernes 12 de octubre: Por la mañana, los civiles antiperonistas se citan en la plaza San Martín y reclaman ante el Círculo Militar el reemplazo de Farrell. Cerca del mediodía, el contraalmirante Vernengo Lima, secretario de Marina, trata de calmar a la muchedumbre antiperonista que exigía el traslado del gobierno a la Corte de Justicia. Su arenga no es, sin embargo, demasiado feliz y no consigue su propósito: la multitud mantiene sus estribillos antimilitaristas. En ese mismo momento, el coronel Mercante, primer colaborador de Perón, congrega a una cincuentena de dirigentes gremiales a fin de que ordenen una huelga general. A las 9 de esa noche, la policía carga sobre el grupo de revoltosos instalado en plaza San Martín, y a golpe de sable trata de disolverlos. Poco después se generaliza un tiroteo y cae muerto el médico Eugenio Ottolenghi, de 40 años. Hay 34 heridos de bala.

Sábado 13 de octubre: El presidente Farrell encomienda al subjefe interino de policía, mayor Héctor D’Andrea, la detención de Perón en su casa de la calle Posadas 1567. D’Andrea cumple esa orden y Perón es trasladado a la isla Martín García. Las horas siguientes componen un difícil equilibrio de fuerzas: el gobierno propone un cambio de gabinete en tanto Perón duda, en la isla, respecto de los pasos a seguir. El hábeas corpus, alentado por Eva Perón, fracasa. Los acontecimientos, sin embargo, favorecen al coronel: la noticia de su confinamiento moviliza a los gremios. Los obreros de la carne, dirigidos por Cipriano Reyes, recorren las calles de Berisso y Ensenada con carteles y banderas argentinas. Según La Prensa esas manifestaciones reunieron a más de 700 personas.

Domingo 14 de octubre: Perón sigue preso en Martín García, supuestamente atacado de pleuresía. Se inician activas gestiones para internarlo en el Hospital Militar; ese trámite resulta exitoso, aunque su resolución se posterga hasta el mismo miércoles 17.

Lunes 15 de octubre: Se conoce la noticia del traslado de Perón al Hospital Militar. Cipriano Reyes organiza la movilización popular.

Martes 16 de octubre: A las 6 de la tarde, en Berisso, los obreros del Sindicato Autónomo de la Carne, presididos por Reyes, inician una marcha reclamando de viva voz la libertad de Perón. La policía provincial dispersa a los manifestantes a las pocas cuadras pero se reagrupan con la intención de cruzar el puente que une Berisso con Ensenada, para llegar hasta la destilería de YPF y levantar a sus obreros. Son de nuevo contenidos, esta vez por un piquete de marineros. Hechos similares se reproducen en Avellaneda, y, finalmente, algunos grupos de proletarios llegan a la capital: serán los madrugadores del 17.

Miércoles 17 de octubre: A las 2 de la madrugada, Perón es llevado al undécimo piso del Hospital Militar. Evita, con su hermano Juan Duarte, ingresa poco después; a partir de ese momento, el cuartel general de operaciones tendrá como sede ese sector del policlínico. Horas después, a las siete de la mañana, los obreros de la carne largan la huelga general y empiezan a recorrer las calles de la Capital. Con el correr de las horas se irán instalando en las proximidades de la plaza de Mayo, pero la espera será larga: Perón hablará por fin a medianoche.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *