En medio de una crisis social que avanza a pasos agigantados, los vecinos de Berisso recurren a un Estado Municipal que brinda una ayuda escasa, imponiendo el «algo es algo» entre las clases más bajas.
Mientras los comedores piden auxilio ante el incremento en la demanda y las «ollas populares» traen viejos recuerdos de un país que creímos haber dejado atrás, vecinos de todas partes hacen colas interminables por una, cada vez más pequeña, bolsa de alimentos.
De ésta manera y desde la salida de los primeros rayos de sol, centenares de berissenses se agolpan en las Delegaciones, la Mutual 10 de junio, el galpón Municipal de calle 8 y el Hogar Social, para lograr obtener una bolsa de mercadería con cinco o seis comestibles para alimentar a una familia.
La escasez de alimentos y la falta de pericia de algunos funcionarios, hace que la demanda supere a la cantidad de bolsas existentes para la «ayuda social», por lo que cada día, el horario de asistencia de los vecinos es más temprano.
La alta inflación, la falta de asistencia nacional y las medidas «antipopulares» del Gobierno de Javier Milei, se suman a las malas decisiones y la impericia de un Gobierno Municipal que sigue esperando «asistencia divina» para salir de una situación que a los únicos que perjudican es a los sectores más humildes.