Un vecino de Berisso fue víctima de brutal hecho de inseguridad a manos de cinco ladrones, en un hecho que reaviva el temor y la preocupación en la ciudad.

Un operario de 57 años fue víctima de un violento robo en su casa de Villa Progreso, donde cinco delincuentes encapuchados lo redujeron con extrema violencia y le robaron dinero, pertenencias y su moto Gilera de 110 cc. El hecho profundizó la preocupación por la inseguridad que crece en Berisso.

La seguidilla de hechos violentos que golpea a la región volvió a quedar expuesta con un episodio aterrador, ocurrido el sábado por la noche en la vecina ciudad. Allí, un hombre vivió una situación límite que pudo haber terminado en tragedia y volvió a encender las alarmas sobre el avance de bandas que irrumpen en viviendas con total impunidad.

Todo comenzó cerca de las 23.15, cuando la víctima escuchó un ruido en la vereda de su hogar ubicado en 21 y 125 bis y donde había dejado estacionada su nueva moto, comprada tan solo 4 días antes. Al asomarse, se encontró con un hombre vestido completamente de negro, encapuchado y con el rostro cubierto, que fingió buscar a una persona «cuyo nombre no recordaba».

Segundos después, el desconocido hizo una señal hacia el aire y otros cuatro sujetos aparecieron detrás de él. En apenas un instante, los cinco irrumpieron en la vivienda sin darle oportunidad de reaccionar y una vez adentro lo obligaron a arrodillarse sobre un sillón, le empujaron la cabeza hacia adelante y lo dejaron inmovilizado y sin poder ver nada.

Rodeado y reducido, la víctima solo pudo escuchar las voces de sus agresores. Según denunció, distinguió a dos jóvenes y tres adultos, todos varones. Los atacantes le exigieron dinero y objetos de valor y en pocos minutos se llevaron su billetera con efectivo, documentación personal y su celular. También robaron una valija con herramientas, una colección de revistas deportivas, documentación variada y tres cuchillos de campo.

Los delincuentes escaparon con las llaves de la casa y de la moto: dos huyeron en el motovehículo y los otros tres se dirigieron caminando hacia la zona de 80 y 125. En shock, la víctima permaneció dentro de la vivienda por temor a que los agresores siguieran cerca. Recién al mediodía del día siguiente pudo dar aviso a un patrullero que circulaba por el barrio y luego radicar la denuncia en el Destacamento de Villa Progreso.

Todavía golpeado y con marcas leves producto de la violencia, aseguró que no podría reconocer a ninguno de los atacantes, ya que estaban encapuchados, vestidos de negro y actuaron con rapidez.

También señaló que en la zona hay numerosas cámaras que podrían resultar clave para reconstruir lo sucedido.

El hecho reavivó el temor de un barrio donde los vecinos vienen advirtiendo un incremento de robos y una presencia delictiva cada vez más constante.

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