Con Fecha de inicio 11/03/2024 y el Nº de Expediente 39919, se inició una DEMANDA contra la Municipalidad de Berisso por Daños y Perjuicios, por parte de una familia que asegura que desapareció del cementerio local, el cuerpo de su padre.

«Promovemos demanda de daños y perjuicios por daño moral y daños y perjuicios por incumplimiento contractual contra la Municipalidad de Berisso, con domicilio real en calle 6 esq. 166 de Berisso, por la suma de $ 5.000.000 (pesos cinco millones), más los intereses que se devenguen a tasa activa del Banco Provincia desde la interposición de esta demanda, en concepto de daño moral; más la devolución de los cánones devengados por el nicho desde la contratación del arrendamiento, con más los intereses a tasa activa que cobra el Banco de la Provincia de Buenos Aires desde la interposición de esta demanda hasta su efectivo cobro» comienza diciendo el extenso escrito de la demanda.

Lo cierto es que según redactan los damnificados; «Luego de varias décadas de rentar un nicho en el Cementerio de Berisso, hemos tomado conocimiento que los restos mortales de nuestro padre, no están en su lugar. Es decir, el nicho se encuentra actualmente vacío».

A la hora de contar la historia, la familia expresaque; «El 1º de marzo del 2023 nos apersonamos en el Cementerio de Berisso, a los efectos de proceder a llevar las cenizas de nuestra madre y aunarlas en el nicho reducido que tiene en propiedad en el Cementerio de Berisso. El referido nicho es el 258…

Pero en el referido nicho no había absolutamente ningún resto… no sólo éso, sino que el nicho se encontraba absolutamente barrido, tal vez con algún tipo de cepillo o escobilla’ especifica la denuncia.

«Desde que los restos de mi padre fueron colocados en el nicho, que fue en el año 1990, jamás se hizo formalmente ningún tipo de movimiento referido al nicho. Como Vuestra Señoría observará, especialmente en cuanto a que el nicho se encontraba “cepillado” es evidente que alguien deliberadamente extrajo los restos.

La familia también cuenta que recién después de conocerse el hecho, la Municipalidad puso seguridad en el lugar; «En primer lugar, se impone la pregunta más obvia ¿dónde están los restos de nuestro padre?

Hace años que venimos llevando flores a un nicho vacío (en realidad, vaciado), lloramos ante ese nicho, nos conmovimos en ese lugar, y ahora nos llenamos de perplejidad, desasosiego, tristeza, y desesperación ante un hecho ominoso» se lamenta la familia.

«Nos produce un muy hondo pesar imaginar cuáles pudieron ser las circunstancias en las cuales se produjo este despojo. A veces pensamos en que se pudo haber producido por un error, tal vez los propios empleados municipales equivocaron el nicho e hicieron alguna operación, confundidos. Tal vez se los hayan entregado a otros deudos por error. Tal vez fue objeto del robo, así como hay satanistas y otras sectas que se dedican a ese tipo de fechorías» indican.

«Pero sea cual sea la hipótesis lo cierto es que jamás ninguna autoridad del cementerio notó cualquiera de esas funestas alternativas y si no hubiese sido porque nosotras activamos un movimiento, probablemente nunca nos hubiésemos enterado y seguido como si nada hubiese pasado».

«Hemos repasado varias veces este suceso, y la verdad es que la falta de respuestas a un hecho tan íntimo nos deja sin palabras, impotentes ante los sentimientos que tanto nos afectan. Y pensar en que los restos pudieron ser sustraídos con malas intenciones, nos da depresión y tristeza, además de una enorme decepción».

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