Denunciado por romper carteles de la oposición y utilizando recursos municipales para hacer su campaña, el actual Intendente de BERISSO, Fabián Cagliardi, se muestra nervioso ante las próximas elecciones en dónde, evidentemente, va perdiendo terreno en su disputa directa con la otra opción Peronista representada en la figura de Vanesa Queyffer.

Con la denuncia del edil de Juntos por el Cambio, Matías Nanni, quien además es pre candidato de Juntos, dando cuenta de la rotura de todos sus carteles en manos del oficialismo, el actual Alcalde de BERISSO, vuelve a demostrar su impotencia y falta de democracia ante situaciones adversa, recordando que no es la primera vez que actúa ante los «enemigos» ya que hace un tiempo también había mandado a Cooperativas a «quitar» los carteles de Queyffer.

Obviamente todo éste «nerviosismo» tiene una causa; LAS ENCUESTAS SIGUEN MOSTRANDO LA CAIDA DE CAGLIARDI Y LA SUBA DE VANESA QUEYFFER.

En éste punto vale señalar que los dos candidatos del Peronismo en las últimas elecciones a Intendente, Fabián Cagliardi y Juan Ignacio Mincarelli, van en la misma lista, pero lejos están de los 40 mil votos que supieron conseguir en el 2019 y según las encuestas, ni siquiera estarían logrando un cuarto de aquella performance.

Por su lado, Vanesa Queyffer, quien tiene la difícil circunstancias de ir con una «boleta corta», sin arrastre Nacional, ni provincial, sigue creciendo en la consideración de los vecinos de BERISSO, especialmente del sector Peronista que no ve con buenos ojos las medidas del actual Intendente quien sigue coqueteando con miembros del macrismo.

Tambien en estos días, las estrategias de campaña van definiendo las decisiones de los vecinos, que observan a un intendente haciendo reuniones en bares y alejándose de los barrios, a la ves que utiliza los móviles y los recursos del municipio para colgar sus carteles, mientras que por su lado «Vane», muestra una estrategia más simple que consta de recorridas continúas por los barrios, especialmente por los sectores más populares.

Todo ésto sumado a la pelea continúa del Intendente con los distintos sectores de trabajadores, el desinterés por la comida de los chicos que llega con gorgojos, los «aprietes» a los vecinos de los talas y a los comerciantes y el evidente nepotismo, hacen que por éstas horas, Fabián Cagliardi y su gente se muestren cada vez más nerviosos.

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