Mientras los bolsillos de los vecinos de Berisso se estiran para llegar a fin de mes, la discusión sobre el costo de vida y los ingresos de la clase política local vuelve a encenderse. Datos recientes revelan una brecha impactante entre lo que necesita una familia para subsistir y lo que perciben los principales funcionarios municipales.
Según las últimas proyecciones, una familia tipo berissense (dos adultos y dos menores) necesita, al menos, unos $1.127.383 mensuales solo para no caer por debajo de la línea de pobreza, según los indicadores de la Canasta Básica Total del INDEC para el Gran La Plata. Esta cifra, que incluye alimentos, vivienda, transporte, salud y educación, representa un desafío diario para miles de hogares en el distrito, especialmente en un contexto de persistente inflación.
Los Sueldos que Generan Debate
En contraste con la lucha económica de la ciudadanía, los salarios de los principales referentes políticos de Berisso alcanzan cifras millonarias, generando un creciente malestar social.
Estimaciones recientes sitúan el sueldo del Intendente, Fabián Cagliardi, por encima de los $10.000.000 mensuales (brutos), obviamente la falta de transferencia y el ocultamiento sistemático de la información, no solo por parte del oficialismo, sino también de la oposición, hace difícil conocer números oficiales.
Si bien la Ley Orgánica de las Municipalidades establece que el sueldo del intendente de Berisso (con 20 concejales) debe ser al menos dieciséis veces el sueldo básico de la categoría inferior del escalafón municipal (que hoy rondaría los $204.399, es decir, un base de $3.270.384), las cifras que trascendieron duplican e incluso triplican este monto base, sugiriendo la inclusión de adicionales y gastos de representación significativos.
Por su parte los concejales no se quedan atrás. La misma Ley Orgánica indica que la dieta de un concejal no puede exceder el 50% del sueldo del intendente. Tomando como referencia la base legal del sueldo del Intendente, la dieta de un concejal debería rondar el $1.635.192. Estas cifras, que surgen de un entramado legal que vincula los salarios políticos a los de los empleados municipales, parecen desfasadas de la realidad económica que atraviesa la mayoría de la población, ya que según trascendió, el sueldo mínimo de un edil supera los tres millones y medio de pesos.
Vale señalar que a todos estos sueldos hay que agregarle el sueldo de la planta política, en la que se incluye un número indeterminado y oculto de funcionarios que incluye Secretarios, sub secretarios, Directores, sub directores, Coordinadores en su más amplia categorías y otros puestos políticos.
Transparencia, una Deuda Pendiente
La opacidad en la publicación detallada de los sueldos de los funcionarios municipales es un reclamo constante. La falta de acceso a esta información genera sospechas y alimenta el debate sobre la equidad en la distribución de los recursos públicos. Mientras los vecinos ajustan sus presupuestos hasta el último centavo, la disparidad en los ingresos de la esfera política y la población común se convierte en un punto central de discusión en Berisso.
La brecha entre la canasta básica que define la pobreza y los salarios de la dirigencia política plantea interrogantes sobre la representatividad y la sensibilidad de quienes ocupan cargos de poder en un municipio con un índice de pobreza que, en el aglomerado Gran La Plata, alcanzó el 50% real en el último relevamiento. La ciudadanía, una vez más, exige mayor transparencia y un compromiso real con las necesidades económicas de la comunidad.