Para comenzar, las tarifas de electricidad tendrán un aumento de entre el 65 y el 150% según la clasificación de usuarios vigente, aunque desde abril se modificará el sistema a uno de ajuste inflacionario. De esta forma, la población que integra la categoría N1 pasaría de pagar de $14.000 a $34.300; los de N2 de $4.360 a $7.415 y los de N3 de $4.780 a $7.850.

Sobre los combustibles, el aumento llegará afectado por la suba de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), por lo que se estima un 4,4% de incremento en el valor de la nafta y un 2,7% en el gasoil.

En cuanto a los alquileres, se registrarán aumentos alrededor del 165% anual, un efecto todavía presente luego de la derogación de la Ley de Alquileres con el mega DNU de Javier Milei. La suba se verá reflejada en los contratos que se iniciaron entre julio del 2020 y octubre del 2023.

Además éste viernes, el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) anunció la vuelta de los copagos para diferentes prestaciones que actualmente no tenían. Además, informaron que aquellos afiliados que abonen con Cuenta DNI tendrán un reintegro.

Con la suba de la electricidad, el rubro indumentaria también tendrá un salto inflacionario, sumándose a ésto el rubro alimentos que absorberá los aumentos, ya no solo de luz, sino también de combustible, dada la cadena de proveedores.

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