Los precios de las frutas y verduras se dispararon en las últimas semanas. Según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la suba promedio fue del 43 por ciento, aunque desde el sector afirman que hubo remarcaciones de hasta el 150 por ciento.

Según el relevamiento del sobre precios mayoristas en el Mercado Central de Buenos Aires, el fuerte incremento estuvo liderado por el tomate, que subió un 97,6%, y la lechuga, con un alza del 77,9%. En este contexto el consumo no repunta y las empresas tiene que buscar la supervivencia de otras maneras.

“Han aumentado las verduras hasta un 150 por ciento, muchas de ellas por un caso estacional. Evaluar el tomate en este momento del año tiene que ver con lo estacional. Pero lo que verdaderamente aumenta es el costo de producción de esas verduras y trasladarlas a los grandes mercados”, comenzó señalando.

Y aseguró que hay, en este punto, un debate pendiente: “El tomate de hoy de Buenos Aires es de Mendoza. El traslado es cada vez más caro. Es uno de los grandes debates que tenemos que discutir. Porque tenemos que ver cuánto de lo que consumimos es transporte y cuántos impuestos al transporte”.

A lo que se le sumó con este Gobierno un nuevo factor, la competencia externa: “La apertura de importaciones es drástica. Estamos envasando tomate chino. Estamos comprando pulpa de tomate chino. Y posiblemente la salsa de tomate se produjo en China. O durazno que se hace en España”. Para Della Villa, esto no es gratis: “Eso destruye a toda una economía regional que genera industria.

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