Mientras unos 60 vecinos reclamaban bajo la lluvia por mejoras en las calles, iluminación y desagües, el delegado municipal seguía de comilona.
Momentos de tensión se suscitaron pasadas las 14,30 de hoy en la puerta de la delegación zona 2. Allí decenas de vecinos exigían una respuesta concreta a sus pedidos que de hace tiempo. Quien se acerco fue el subdelegado que intento explicar que las obras no se realizan por falta de materiales y maquinarias.
La respuesta no cayo bien entre los asistentes, quienes reprocharon que los arreglos se destinan a otros barrios y nunca a Santa Teresita. Minutos después llego Raul Murgia, quien fue llevado por los frentistas a «conocer» el estado calamitoso e de las calles por falta de mantenimiento.
En tanto se comentaba en el lugar que el delegado Carlos Lozano, junto a otros importantes funcionarios, se juntarían cada viernes a degustar manjares en la casa de un contratista del municipio. Se trata del encargado de mantener las banquinas a la vera de la ruta 15, por la que cobraría mensualmente una suma de seis cifras aproximadamente.
A la comilona, comentan los vecinos, seria infaltable el intendente municipal. Creer o no, lo cierto es que mientras los vecinos se mojaban bajo la copiosa lluvia, vehículos similares a los que utilizan los funcionarios estaban estacionados en la vivienda del contratado para cortar el pasto.
Las preguntas que se desprenden son varias ¿no sabían que los vecinos se acercarían a la delegación? ¿acaso estaban incomunicados? ¿ o las prioridades de los actuales funcionarios están distantes de la problemática de todo un barrio? Tengamos la esperanza que entre el asado y el buen vino, mas alguna gutarreada en la sobremesa, hallen el camino para » satisfacer la demanda popular.