Villa San Carlos no tuvo la tarde que esperaba. No por su desempeño futbolístico, que fue realmente bueno, sino por el polémico arbitraje de Jonathan De Oto, que terminó en el ojo de la tormenta por sus fallos en un momento clave del encuentro.
El partido ante Argentino de Quilmes, jugado ayer en el Genacio Sálice, finalizó 2-2, aunque el Celeste logró estar dos goles arriba hasta la media hora de juego.
El equipo de Berisso, que a pesar de la igualdad se mantiene al frente en las posiciones, había tomado el control absoluto del partido en el primer tiempo. A tal punto que los goles llegaron en el primer cuarto de hora. Primero, a través de Emanuel Zagert (a los 9) y luego, por intermedio de Francisco Cairo (a los 15). Sin embargo, en el minuto 34, llegó el descuento del Mate, gracias a la conquista de Alan Ortiz.
Pero durante el complemento no faltaron las polémicas. Las que tuvieron como protagonista al árbitro Jonathan De Oto y que generaron el enojo de los jugadores, cuerpo técnico y también de los hinchas que presenciaron el encuentro en el Genasio Sálice.
La primera, fue cuando el arquero Alejo Tello, estando amonestado, cometió una brusca infracción sobre Matías Samaniego, después de haber quedado en el camino. No fue último recurso, pero la violencia de la falta era para tarjeta roja. Sin embargo, el árbitro le perdonó la vida. Y la otra, fue (a los 35) al sancionar un penal inexistente (el arquero va al piso, pero jamás toca al delantero), que solo el árbitro vio. Pero en este caso, el arquero Tomás Akimenco, le adivinó la intención a Leonardo Escalante y contuvo en envío de manera brillante.