En el marco de una compleja pesquisa supervisada por el Ministerio de Seguridad Nacional, personal del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina (PFA) desarticuló una vasta red delictiva dedicada al hackeo de cuentas digitales y al lavado de activos. El megaoperativo incluyó allanamientos en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, que culminaron con el arresto de once integrantes de la banda, entre ellos una mujer.

La investigación se inició el pasado 10 de marzo, cuando el Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado (DICCO) detectó en una plataforma de mensajería instantánea la perpetración de acciones que infringían la seguridad informática. Los uniformados descubrieron la operación de un sistema denominado «Sherlock Alerts», un bot que interactuaba automáticamente con usuarios a través de palabras clave, como un número de DNI, y obtenía información personal extraída de bases de datos externas vulneradas mediante accesos no autorizados a sistemas gubernamentales.

A partir de esta averiguación, los funcionarios constataron que detrás de aquel ardid operaba una organización de ciberdelincuentes que se dedicaban a comercializar el bot. La banda, que se ocultaba bajo los parámetros de confidencialidad de la aplicación, operaba a través de un grupo denominado «Dictadores».

La causa, en la que intervino el Juzgado Federal de 1° Instancia de Campana a cargo del Dr. Adrián González, Secretaría Penal N°2 del Dr. Agustín Ocampo, permitió documentar la sofisticada dinámica de la banda. La estructura contaba con administradores y líderes de canales, desarrolladores y vendedores de herramientas automatizadas como «Sherlock», y operadores técnicos especializados en diferentes segmentos del cibercrimen.

Se identificó al creador de «Sherlock», un sujeto que se hacía llamar “Treenix”, y al fundador del grupo «Dictadores» y de otra comunidad ligada a la causa, “Sherlock Group”. Se comprobó que estos líderes solían cambiar de nombre de usuario para eludir la detección. Un rasgo distintivo de la banda era la colaboración sistemática, compartiendo recursos, información y prestando asistencia, incluso organizando «eventos» para hackear objetivos.

Los federales detectaron accesos a reconocidas bases de datos gubernamentales y de empresas privadas, tras robar usuarios y contraseñas. Utilizaban técnicas como el mencionado «Sherlock», ingeniería social, phishing y otros bots para la comercialización de información personal y sensible, ofrecimiento de servicios de intrusión, manipulación de registros oficiales, generación de recetas médicas falsas, alteración de datos en organismos públicos y bases privadas, y la conformación de sitios web para capturar datos de tarjetas de crédito o débito con el fin de realizar compras y transferencias fraudulentas.

Un delito novedoso identificado en el país fue el «grooming» con fines patrimoniales y no sexuales, donde el agresor intentaba ganarse la confianza del menor para obtener acceso a sus cuentas bancarias, tarjetas y perfiles en plataformas de juegos en línea. Además, se estableció que sacaban provecho de personas de bajos recursos ofreciéndoles la compra de cuentas en diferentes plataformas para ser usadas en el mercado ilegal.

Las pesquisas identificaron a los integrantes de la banda que operaban coordinadamente desde las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y Córdoba. Se detectaron estrechos contactos de algunos de ellos con organizaciones narcocriminales de la ciudad de Rosario, a quienes ofrecían sus conocimientos para brindar información reservada, concretar extorsiones y desarrollar maniobras de lavado de activos.

Ante esto, el Juzgado ordenó 22 allanamientos en viviendas de diversas localidades bonaerenses (incluyendo Berisso, Libertad, Merlo, Berazategui, El Jagüel, Moreno, Tigre, Nordelta, Marcos Paz, Temperley, Ezpeleta, Virrey del Pino, Olavarría, Mar del Plata) y en las provincias de Córdoba, Mendoza y Santa Fe.

El operativo resultó en la detención de once personas (diez hombres y una mujer) y el secuestro de una gran cantidad de teléfonos celulares, pesos argentinos, dólares norteamericanos, euros, y monedas de otros países como pesos colombianos, pesos mexicanos, guaraníes paraguayos y libras esterlinas. También se incautaron vehículos, tarjetas, computadoras y más de dos kilogramos de marihuana.

Con todos estos materiales incautados, se inicia una extensa investigación a los fines de determinar el alcance y el daño de estas maniobras y las bases de datos que fueron modificadas.

Los detenidos quedaron junto a los elementos decomisados a disposición del magistrado interventor.

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