El conductor del taxi involucrado en un siniestro vial ocurrido el pasado miércoles, que dejó a una ciclista herida, solicitó públicamente su derecho a réplica ante la nota de prensa emitida por la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio. El taxista, de 65 años, no solo desmiente categóricamente la versión oficial que indica que él «embistió» a la mujer, sino que también denunció ser víctima de escarnio público y vandalismo a raíz de la información inexacta.
El hecho, que tuvo lugar en calle 15 entre 165 y 166, fue reportado inicialmente por la Secretaría de Seguridad, a cargo del edil Gabriel Marotte, como un siniestro donde un taxi Fiat Siena «embistió a una mujer de 31 años que circulaba en su bicicleta». La ciclista fue trasladada al nosocomio local con «fuertes dolores de cabeza».
En diálogo con Radio Sur esta mañana, el chofer relató una versión radicalmente diferente de los hechos. «Yo no embestí a nadie», afirmó con evidente angustia. «El accidente existió, pero fue cuando, sin mirar, abrí la puerta y rocé a la mujer que cayó al asfalto. El auto estaba estacionado.»
El taxista asegura que su vehículo estaba detenido en el momento del impacto, y que el accidente se debió a una negligencia al abrir la puerta del vehículo sin percatarse de la presencia de la ciclista. Este detalle, crucial para la imputación social y mediática del suceso, omite la calificación de «embestida» que da a entender una colisión frontal o por alcance con el vehículo en movimiento.
«La mujer primero no quería la ambulancia, pero luego la convencieron que fuera al hospital a chequear que todo estuviera bien, como corresponde», agregó el conductor, insistiendo en que no actuó con dolo ni bajo efectos de sustancias. «Yo no embestí a nadie, ni soy un asesino, no estaba borracho, ni drogado, fue un accidente. No merecemos todo esto».
El chofer denunció que el relato inexacto difundido por la Secretaría de Seguridad, más la foto de su vehículo, ha tenido graves consecuencias en su vida personal y laboral. Al borde del llanto, relató que, a raíz de los posteos en redes sociales que lo señalan como un irresponsable, su taxi fue vandalizado esta madrugada, sufriendo la rotura del parabrisas.
Además, la situación escaló a nivel familiar: «Mi hija, menor de edad, fue víctima de agresiones verbales», lamentó el hombre, quien hoy sufre la estigmatización pública que lo califica de «asesino» o conductor temerario.
Si bien la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) en turno dispuso iniciar actuaciones por “lesiones culposas” —una calificación legal que contempla la negligencia y no la intencionalidad—, el taxista sostiene que el error en la comunicación oficial de la Secretaría de Seguridad ha magnificado injustamente su responsabilidad ante la opinión pública.
El conductor, que se encuentra a la espera de las pericias para ratificar su versión de los hechos, pide a las autoridades que se rectifique la información para poner fin a la ola de violencia y agresiones que ha desatado en su contra.