El escenario político en Berisso se caldea. El intendente Fabián Cagliardi está en el ojo de la tormenta. Si bien tiempo atrás salió a pedir que Cristina Fernández de Kirchner no fuera candidata en la tercera sección electoral («si quiere ayudar que vaya a la primera o a la cuarta», había dicho), hoy, frente al innegable apoyo que ha cosechado la expresidenta, Cagliardi ha dado un giro. Ahora, no solo vuelve a hablar de la unidad, sino que incluso propone sumarse a la lista como «candidato testimonial».

Esta repentina reconfiguración de las posturas del intendente se da en un contexto de profunda crisis económica y social en Argentina. Sus anteriores declaraciones habían sido combustible para la narrativa de la derecha argentina, que busca incansablemente desacreditar y judicializar a la presidenta del Partido Justicialista.

Mientras Cagliardi se enfrasca en esta disputa por el poder y las candidaturas, los vecinos de Berisso alzan su voz. Las urgencias de la ciudad son palpables: problemas serios de limpieza, calles destrozadas, inseguridad e iluminación deficiente son solo algunos de los reclamos que resuenan en cada barrio. La ciudadanía exige que el intendente priorice la gestión local por encima de las ambiciones electorales.

Por lo bajo, y en círculos íntimos, Cagliardi ya ha manifestado su enojo y descontento. La perspectiva de una unidad que lo obligue a discutir y ceder puestos en las listas para las próximas elecciones parece ser un trago amargo para el actual jefe comunal.

El tire y afloje por las candidaturas, en medio de las apremiantes necesidades de Berisso, plantea interrogantes sobre las verdaderas prioridades políticas en un momento tan delicado para la ciudad y el país.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *